EDAD Y LUGAR DE NACIMIENTO NACIO HACE 23 AÑOS EN PORTUGAL

SITUACION SOCIAL CASADO Y CON UN HIJO.

"Controlaría a los empresarios para que hicieran y aplicaran planes de seguridad en el trabajo más rígidos". Esto es lo que haría Marco Paulo Mendoza, obrero de profesión, si llegara a la presidencia del Gobierno. Y es que este joven inmigrante portugués de 23 años asegura que en sus dos años de experiencia en el sector de la construcción ya ha sufrido más de un accidente, aunque no de gravedad, que se podía haber evitado. Por este motivo, Mendoza intentaría endurecer esos planes de seguridad laboral que han de tener todas las empresas y sería más "inflexible" con su cumplimiento y con las sanciones en caso de cometer alguna infracción.

Desde que llegó a Zaragoza hace tres años, este inmigrante ha trabajado como camarero y después como obrero. En ambas profesiones ha tenido distintos tipos de contrato con duraciones muy dispares. Por eso, Marco Paulo Mendoza también cree que el Gobierno "debería fomentar el empleo estable y los contratos fijos o indefinidos". Sin embargo, este joven asegura que pese a la inestabilidad de los contratos en España no ha encontrado muchas dificultades para conseguir un trabajo. "Los empresarios buscan a inmigrantes porque son mano de obra barata aunque, a veces, se aprovechan".

Otro problema al que este inmigrante trataría de poner solución si llegara a presidir el país es el de la vivienda. "Hay que ayudar y facilitar a los jóvenes, sobre todo a los menores de 25 años, el acceso a una vivienda digna" ya sea de compra o de alquiler, asegura este joven portugués, que se independizó muy pronto de su familia y tuvo algunas dificultades para encontrar piso.

Desde el pasado fin de semana, Marco Paulo Mendoza vive ya en Zaragoza con su mujer y su hijo, quienes llegaron de Portugal. Ahora, la intención de este inmigrante es legalizar la situación de su familia y para ello sabe que tendrá que hacer todo el "papeleo". Todo un proceso que intentaría simplificar y reducir en el tiempo si llegara a la Moncloa. Después, quiere buscar un trabajo para su mujer y llevar a su hijo a un colegio público. Y es que cree que los servicios públicos en España "están muy bien", por lo que no piensa que sea necesario modificar su funcionamiento.