José Luis Rodríguez Zapatero responsabilizó ayer directamente a Mariano Rajoy del hecho de que el presidente del PP de Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo, José Manuel Molina, le hubiera comparado el lunes con Adolf Hitler. El secretario general del PSOE afirmó que Rajoy es quien "escribe" y autoriza el manual de argumentos electorales de su partido, que es el guión que al que se ciñó Molina cuando descalificó a Zapatero.

Por ello, el candidato socialista consideró necesario que Rajoy dé explicaciones por este "gravísimo error" y también que "desautorice" y destituya "inmediatamente" a Molina.

El alcalde de Toledo afirmó el lunes: "En España hay asentada una Constitución que no se puede poner en riesgo por el hecho de tener un Gobierno en una comunidad autónoma con un partido que podrá sacar todos los votos que saque, y yo en esto recuerdo --no quiero hacer comparaciones pero en algunos tintes sí-- que Hitler ganó unas elecciones y luego hizo lo que hizo".

Molina defendió ayer que "en ningún caso" había puesto en el mismo saco a Hitler y al líder del PSOE y que la polémica "obedece a que Zapatero es el candidato de los líos porque no se aclara en absoluto".

Como Zapatero, el vicecoordinador del comité electoral del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, opinó que las palabras de Molina no se habían debido "a un calentón", sino a consignas de Rajoy y su equipo. Y el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, las calificó de "inadmisibles, indeseables e intolerables".

Los máximos dirigentes del PP guardaron ayer silencio, aunque no los compañeros de partido de Molina. Alejandro Ballestero, candidato popular al Congreso por Toledo, achacó las críticas socialistas a "los nervios y la histeria" y responsabilizó a quien "corta el significado y cambia" las declaraciones.