La firma de Manuel Blasco presenta tres características dentro de los parámetros generales que se generan en cualquier escritura. Me refiero a la dirección, a la cohesión y al subrayado bajo las grafías de la rúbrica.

La dirección es ascendente. El ascenso en la escritura nos conduce a la zona ideal, que indica el optimismo, la iniciativa, la confianza en sus propias fuerzas para superar los obstáculos. Estos comportamientos exigen vitalidad y ambición. Dependiendo de la zona de las grafías podemos estudiar tres factores: la parte superior, que nos indica el dominio espiritual; la zona media, el de los sentimientos, y la inferior, que determina las apetencias biológicas y materiales.

La primera versal sobreelevada ataca por debajo de la limitante verbal, indicio claro de la importancia que el firmante da a las cosas materiales. La zona media se refiere, entre otras, a la cohesión, la mayúscula se une a las minúsculas con un movimiento de retroceso y posterior avance, el autor reflexiona ante las situaciones que se le presentan. Este rasgo denota la rápida reacción de sus decisiones, manifiesta lo que desea en el momento propicio.

La elevación de la primera hampa en la mayúscula nos indica predominio de su propia estimación y deseo intenso de que socialmente reconozcan y aprecien sus valores.

Por último, el subrayado que dibuja la rúbrica, trazado de izquierda a derecha indica que su autor se reafirma en todas sus decisiones. El ángulo a la izquierda denota habilidad.