Algunos cines han cerrado definitivamente. Otros lo hacen de forma temporal. En buena parte de los que siguen abiertos, no hay sesiones los lunes y martes, los días en teoría de menor afluencia, e incluso algunos solo abren de viernes a domingo (como los recién inaugurados Artesiete en el outlet de la carretera de Logroño de Zaragoza). Porque este es el tema, la afluencia, y con los aforos reducidos al 50%. Con restricciones y sin estrenos importantes, o solo de películas minoritarias, la gente va menos al cine. Las cifras han caído en picado. Pero todas las empresas, sean cadenas o cines independientes, tienen como meta resistir y esperar un giro en los acontecimientos causados por la pandemia.

El ingenio para facilitar las cosas al público es considerable en algunos casos: la madrileña sala Artistic Metropol acepta, hasta el 31 de marzo, el pago con pesetas en la compra de entradas (la peseta dejará definitivamente de ser aceptada como moneda de cambio el 30 de junio de 2021).

Borja de Benito, responsable de comunicación de la Federación de Cines de España, aporta los datos generales de las salas en el país: el pasado fin de semana estaban abiertas el 44,5%, y para este fin de semana se prevé que hayan estado entre el 25% y el 30%. «Nos enfrentamos a 17 tipos de normas distintas según cada comunidad. Los toques de queda son diferentes, los aforos se miden por metros o por porcentajes, de una semana a otra cambian la normativa».

Los cines de la cadena Cinesa (en Aragón, Grancasa y Puerto Venecia), han cerrado hasta el 18 de febrero 19 de las salas que tienen por todo el territorio español (incluidas las de aquí) mientras que sus cines de Madrid solo abrirán de viernes a domingo. Cine Yelmo (presentes en Plaza Imperial), con más de 500 pantallas, cierra sus salas en casi toda España: solo mantiene abiertas algunas en Madrid y dos en las islas Canarias. Los comunicados que está realizando estos días cada empresa son a veces tan lacónicos y directos como el de los Dúplex Cinema, dos salas de El Ferrol dedicadas al cine independiente: «Cerramos hasta nuevo aviso». Pero el ánimo no decae. OCine, que ya ha cerrado durante un tiempo indefinido 12 salas, asegura en su cuenta de Twitter que «los cierres son temporales y los cines regresarán cuando las amapolas vuelvan a florecer», y mantiene abiertas otras de sus salas pese a que en las poblaciones más pequeñas la situación se complica aún más debido al confinamiento perimetral.

Las causas de la situación actual obedecen tanto a las restricciones por la pandemia como a la ausencia de títulos llamativos. Además del estreno directo en streaming streamingque ha decidido Disney de sus producciones, el estreno combinado en salas presenciales y en HBO Max propuesto por Warner o la aparición en plataformas de películas concebidas para las salas -caso, del viernes pasado, de Bajocero en Netflix-, la cancelación constante de los filmes más comerciales es un duro golpe para la exhibición. El último James Bond se anuncia ahora para el mes de octubre, cuando su estreno estuvo previsto para abril. Sony Pictures ha dado a conocer su nuevo calendario de estrenos en España en el que, por ejemplo, Malnazidos -que inauguró el Festival de Sitges en octubre de 2020- no se estrenará hasta el próximo 24 de septiembre. «Las cancelaciones de estrenos de grandes producciones han hecho mucho daño en el segundo semestre del año, ya que en verano pensábamos que la recuperación era posible. Pero con las restricciones y la falta de producto, el sector se queda sin alicientes», comenta De Benito.

En este sentido, los cines Lys de Valencia aceptan la situación e incluso reconocen, en un comunicado oficial del pasado martes, que «si lo más recomendable es quedarse en casa, no consideramos adecuado ofrecer un estímulo en forma de cine para salir de vuestros hogares», pero no dejan de reprochar la actitud de Disney y Paramount en los retrasos o cancelaciones de sus producciones, lamentando el abandono al que han sometido a las salas.

Camilo Tarrazón, presidente de la asociación de cines en una de las comunidades con más fuerza, Cataluña, apunta a «la asimetría e improvisación en cuanto a las restricciones en las 17 comunidades autónomas, que ha destrozado la unidad de mercado en España». En Andalucía, por ejemplo, se decidió el pasado diciembre que los cines cerraran a las seis de la tarde, lo que provoca «un calendario irregular de estrenos». Con el toque de queda a las ocho flotando en el aire, la situación tendería a empeorar. «Las empresas han tenido que dar un paso atrás para poder dar dos hacia adelante cuando las cosas mejoren, ya que ahora mismo parece que las restricciones se alargarán y la situación no es sostenible. Dependiendo de la situación financiera, las plantillas y los acuerdos con terceros, cada empresa ha decidido administrar sus recursos». Pero Tarrazón subraya que esto es «una pausa, no un cierre, y se está haciendo con cordura. Responde a necesidades más tácticas que absolutas».

Dada la situación actual, son varias las salas también que apuestan por tirar de nostalgia y programan películas de otra época como puedan ser La princesa prometida o Braveheart, que se pudo ver la semana pasada en Zaragoza en los cines Palafox. El objetivo es sobrevivir.

EN ARAGÓN, SOLO AGUANTAN LOS DE ZARAGOZA URBANA LOS SIETE DÍAS

La situación en Aragón no es muy halagüeña en cuanto a las salas de cine ya que aunque han ido cerrado por goteo, la realidad es que, a día de hoy, en Zaragoza solo resisten abiertas los siete días de la semana los cines pertenecientes a Zaragoza Urbana, Palafox, Aragonia y Cervantes. Los Yelmo fueron los primeros en cerrar y poco después hicieron lo mismo los Grancasa y Puerto Venecia, ambos de Cinesa, aunque estos han fijado, de momento, el 18 de febrero para reabrir. Un caso especial es el de los Artesiete, instalados en el outlet de la carretera Logroño, que abren solo de viernes a domingo. Los Cinemundo en Huesca también continúan abiertos.