El escultor zaragozano Carlos Ochoa Fernández, autor de varias obras públicas de la capital aragonesa, falleció el pasado domingo a los 47 años a consecuencia de un infarto. El funeral corpore insepulto por el eterno descanso de su alma se celebra hoy, a las 10.30 horas en el complejo funerario de Torrero.

El autor, casado y con un hijo, era un trabajador incansable y según recuerdan sus familiares "se encontraba preparando un proyecto de escultura. Siempre estaba haciendo proyectos".

Ochoa cursó estudios de dibujo, pintura, escultura y decoración en la Escuela de Artes de Zaragoza, y desde mediados de los 70 se integró en circuito expositivos, y comenzó a participar en concursos de escultura y artes plásticas en diversas ciudades españolas.

En 1973 fundó junto a otros artistas zaragozanos (Miguel Angel Domínguez, Luis Sánchez --nacido en Salamanca-- , y Vicente Villarrocha) el Grupo Algarada , movimiento con el que, según Villarrocha, quieren "desarrollarse como artistas con una clara intención social dado que para ellos el arte es un servicio a la sociedad".

Ochoa, que se separó del grupo al poco tiempo, celebró su primera exposición individual en 1975, en la Galería Prisma de Zaragoza, y desde entonces participó en muestras colectivas relevantes, como Artistas aragoneses contemporáneos (Casa de España, París, 1982), Encuentro de escultores (Valle de Hecho, 1991) o Arte público (Huesca, 1994).

El escultor, al que ningún material le era ajeno (fibra de vidrio, bronce, madera o incluso cerámmica), había recibido diversos premios en certámenes regionales y nacionales, como la medalla de oro del certamen juvenil de arte (Zaragoza, 1977), la medalla de plata del VII Premio San Jorge (Zaragoza, 1977) y el premio del ministerio de Cultura del I Centenario de Pablo Gargallo (1981).

Entre las obras de Ochoa destacan los encargos públicos, como el monumento a las fuerzas armadas en Gerona (1979), el de Isabel de Portugal en Ejea de los Caballeros (1985), Ailuj (1987), Barco (1988) o la Bañista en el parque de la Memoria de Zaragoza (1992).