Un total de 7,3 millones de visitantes pasaron por el Museo del Louvre de París el pasado año, un 15% menos que en 2015 que sus responsables atribuyen esencialmente al efecto de los atentados yihadistas en Francia, que han reducido los turistas. El Louvre indicó ayer en un comunicado que, si se suman las visitas a las colecciones desplazadas a su centro de Lens, al norte de Francia, en total recibió a cerca de 7,7 millones de personas en 2016. El descenso de la afluencia se debió no sólo al bajón de los turistas extranjeros en París, ahuyentados por la amenaza terrorista, sino también al cierre preventivo durante cuatro días del museo a comienzos de junio a causa de la subida del nivel del río Sena, precisaron los responsables. Cerca del 70% de los visitantes son extranjeros y eso explica el fuerte impacto en la evolución del museo.