Halle Berry se encuentra atrapada entre su belleza natural y las ganas de ser más actriz que guapa. La exchica Bond, que sedujo al gran público al recoger el Oscar del 2002 por su trabajo en Monster´s Ball , afronta ahora en Gothika un papel en el que su físico no sale bien parado. Comparte feísmo con Penélope Cruz, y durante el rodaje ambas decidieron que "lo importante es encontrar papeles en los que no sólo se represente la belleza". Berry lo recordó ayer en Madrid en una escala de la gira de promoción del filme que se estrena este viernes.

Gothika , de Mathieu Kassovitz, se inscribe en el género del cine de terror, pero ni aunque todos los maquilladores de Hollywood se hubieran empleado a fondo, su protagonista resultaría terrorífica. "Agradecemos", afirmó incluyendo a Pe en el plural, "la ocasión de diversificar nuestro trabajo".

En esta película, Berry interpreta a una psiquiatra que atiende a reclusas peligrosas y poseídas --Chloe, el papel de Cruz-- y que se ve envuelta en el asesinato de su marido (Charles Dutton), a través de una historia de sucesos paranormales en la que nada es lo que parece. De atractiva profesional, Berry pasa a ser una demacrada presunta asesina.

Halle y Penélope se hicieron buenas amigas en el rodaje y la norteamericana admira el trabajo de la novia de Tom Cruise. "Crea un personaje angustioso y terrible que requiere un trabajo a fondo. En ella persiste la belleza porque le sale de dentro", apostilla.

Con sus rizos morenos recogidos, un traje negro que dejaba sus brazos al aire en la fría y lluviosa mañana madrileña y botas altas, esta belleza fruto de la mezcla de razas, transmitió gran serenidad al cumplir con todos los ritos exigibles a las grandes estrellas, incluido el posado con la camiseta del Atlético de Madrid.

"La lógica está sobrevalorada", dice en un determinado momento su personaje, y la actriz está de acuerdo. "Hay cosas que suceden que no tienen explicación. Nos rodean cosas que son paranormales y, a veces, los espíritus nos visitan".

Algo del ambiente de terror de la película impregnó el rodaje. Halle Berry se rompió un brazo en una escena. Todavía recuerda el pavor que le producía rodar en una vieja prisión deshabitada.

Berry es la primera actriz negra que tiene un Oscar. La actriz no ha quedado marcada sino que, por el contrario, parece que ha dedicado un tiempo a meditar cómo no caer presa de las mieles del éxito. Berry aseguró que aquel gran momento del 2002 le ha permitido "enfocar" su carrera y elegir "diversificar" los papeles. El premio "ha dañado la carrera de muchas personas" que "se han colocado en un pedestal a esperar que les ofrezcan otro papel de Oscar", concluyó.