"Gracias a todos por venir. ¡Qué nervios!" Así es David Bisbal, agradecido y nervioso, pura adrenalina. Ese chico con cara de bueno-malo, picarón y natural, por quien nadie daba dos duros cuando llegó a la academia de Operación Triunfo , publica su segundo disco, Bulería , en el que se estrena como letrista. Casi dos millones de ejemplares vendidos de Corazón latino son su mejor tarjeta de presentación. Es la hora de la verdad para un joven cantante que quiere "seguir evolucionando y aprendiendo" y al que le gustaría "morir en el escenario, como Celia Cruz".

"Vengo con fuerza". No hace falta que lo diga. Llega a la sesión de fotos con 15 minutos de retraso, vestido de negro pardo, camperas y los rizos de oro en todo su esplendor. Se somete sin rechistar a los deseos de los fotógrafos. "Esas manos, David, muy bien".

Diez minutos después se sienta ante los micrófonos. 15 cámaras de televisión al fondo de la sala y camareros y limpiadoras del Hotel Ritz, el más clásico de Madrid, que entre bambalinas no quieren perder ripio. Al productor Quique Tejada y al presidente de la discográfica Vale Music, Ricardo Campoy, se les cae la baba. Se ponen a la venta 350.000 discos y antes de estar en las tiendas los seguidores ya lo encuentran en la manta .

LA TIERRA EN LA MUSICA

"¡Que el señor se apiade de nosotros!". Así habla Bisbal en la sala de grabación que muestra el vídeo promocional. Bulería reúne 12 canciones a ritmo de rock latino, rumba que deriva en salsa y variedad de baladas. ¿Y el punto aflamencado de la pieza que da título al disco? "No sólo hay que llevar la tierra en la boca sino también en la música", explica. Reconoce que puede ser un obstáculo cuando se presente en Latinoamérica, pero aclara: "Al final, lo que hago es una rumba y eso lo entiende todo el mundo".

David Bisbal valora mucho el tiempo que ha tenido para elegir las piezas con las que se encuentra más a gusto. Demuestra sus cualidades cantando a capella en Desnúdate mujer , la canción que ha escrito. "´Vamos a improvisar´, dije un día dando clases de canto", explica. "Primero sale la melodía y después la letra. Es una canción canalla".

En el disco hay fusión de instrumentos. Hay violines, violonchelo, trombón, concertinos y chinchinas, esos platillos que se tocan con los dedos tan característicos de la cultura andalusí. Todo el conjunto suena a "sinfónico". "Tengo el sueño de actuar con todos los instrumentos", afirma Bisbal, ansioso ya por subir al escenario con el nuevo repertorio. "Todo lo he pensado para el directo que es donde yo disfruto mucho".

Disfrutar es su lema para esta temporada. No le será difícil al cantante, que derrocha entusiasmo y sigue con gran profesionalidad los pretendidos chascarrillos de los reporteros de la frivolidad. Entran a saco en su vida personal --dinero, mujeres, Chenoa--, y David Bisbal muestra su lado ingenuo. Pero no tiene un rizo de tonto.

VIDA PERSONAL

¿Cómo va de fidelidad? "Yo ya elegí". ¿Coincidirá en su intensa gira con Chenoa? "Siempre es bonito hacer dúos con una gran artista como Chenoa", y diferencia entre el nombre profesional y el de la persona que realmente él conoce. "Todo se hace más fácil con Laura".

¿Qué le parece tener tanto dinero? "Está bien, ja, ja, ja". Se pone serio porque vive en una nube pero los pies le llegan al suelo. "No he tenido tiempo para disfrutarlo, sólo me he comprado cosas por necesidad. Para que se lo quede el banco, lo invierto en ladrillos, como todo el mundo". Aclara que no tienen casa en Miami --"realmente no tendría tiempo de estar allí"-- pero sí un buen coche, un Mercedes con GPS, "para toda la vida", concluye Bisbal.