La sesión número 200 del ciclo de coloquios La Buena Estrella tuvo este jueves como invitado a Mario Casas. El actor gallego, que cuenta con la nominación a Mejor actor en los Premio Goya por su interpretación en No matarás , estuvo conversando con Luis Alegre, director y moderador del ciclo a cerca de la profesión, de su experiencia en el mundo audiovisual, de lo aprendido tras tantos rodajes y del amor y la pasión por el cine.

Esta es la segunda ocasión en la que Mario Casas participa dentro del ciclo ofrecido por la Universidad de Zaragoza, que cumple 25 años. Y lo hace a menos de una semana de conocer los ganadores de los premios Goya, a los que Casas está nominado. Para Luis Alegre, esta candidatura representa un «símbolo de respeto como actor». Para Casas, ya acostumbrado al mundo del cine, la nominación a Mejor Actor va más allá de la película con la que participa. «Los académicos han visto en los últimos años un mayor abanico de personajes», apuntó el intérprete.

Son ya muchos años delante de la cámara desde su primera aparición junto a Antonio Banderas, presentador de la actual edición de los Goya, en el largometraje El camino de los ingleses, y hablando de esos grandes títulos que lo pusieron en el mapa, salió a colación A tres metros sobre el cielo. «No te preparan para el éxito que tuvo. Aunque a muchos les joda se ha convertido en una película generacional. Pero la recuerdo con mucho cariño. Es muy bonito ver lo que puede hacer el cine», señaló. De esos personajes de perfil teeneager, que de una forma u otra han marcado a Casas, sí que los recuerda con distancia: «Son personajes construidos. Ni soy yo ni es mi historia. Me jodía que me confundieran con Hache, el personaje de A tres metros sobre el cielo. Yo no iba por ahí con la chupa de cuero conduciendo en moto sin el casco».

Aunque de forma virtual, el público fue fiel a su ronda de preguntas, dudas como el papel más complejo: «Cada personaje es como el primero. No me quedaría con uno». También habló de los rechazos en los castings. «Me ha pasado. Pero si no hiciste la peli es porque no era para ti», dijo. Hasta fugaces pedidas de mano se fueron sucediendo en el coloquio.

Preguntado por esa posible victoria en los Goya, el actor tiene claro su texto: «Se lo dedicaría a la gente que ha trabajado conmigo pero también al público, quien ha ido cada año al cine y ha pagado su entrada».