"Soy devota de las páginas de sucesos, no me pierdo una". Poco hay que añadir a esta frase para demostrar el interés que la escritora Carmen Posadas siente por la novela negra. El festival Aragón Negro, que viene celebrándose durante esta semana en la capital aragonesa, tuvo ayer una de sus citas más significativas, pues la autora uruguaya afincada en Madrid, galardonada con el Premio Planeta en 1998, compartió ayer coloquio en el salón de actos de Bantierra con Juan Bolea, organizador del encuentro cultural sobre el género de intriga.

Posadas explicó que la novela negra "tiene la gran virtud" para el escritor de poder "acercarse a dos tipos de lectores". Por un lado, permite atraer la atención de un tipo de público que "pretende divertirse" y por otro, aquel que busca ahondar "en el aspecto psicológico".

La escritora repasó también sus orígenes como tal, asegurando que el modelo educativo que recibió fue "muy inglés", herencia de su familia paterna, mientras que a la hora de escribir, "rescató mi vena Mañé", apellido por parte de su familia materna, a la que define como "mucho más alocada".

Dejando, momentáneamente, a un lado el aspecto literario policiaco, Posadas se mostró convencida de que el humor "es otra gran fórmula para acercarse al público" y matizó: "yo soy más partidaria de la sonrisa que de la carcajada".

NUEVO LIBRO

La segunda parte del encuentro estuvo dedicado a la novela que ha publicado recientemente. El testigo invisible, en la que se narra la muerte de la familia imperial rusa antes de la revolución de 1917, pero a través de Leonid Sednev, pinche de cocina del zar y único superviviente cuando un grupo de militares de la Revolución bolchevique asesinó a la familia.

Un libro en el que también se rescata al mítico Rasputín, del que Carmen Posadas opina que "está considerado como Judas o Hitler y, sin embargo, nunca mató a nadie".

"Hacía tiempo que tenía la asignatura pendiente de escribir algo sobre Rusia", se justificó ayer Carmen Posadas, quien consideró que esta historia, junto a la de "Jack, el Destripador y el hundimiento del Titanic" suponen "las tres grandes historias que más novelas han generado".

Al término del diálogo entre la invitada y Juan Bolea, Posadas firmó ejemplares de El testigo invisible a aquellos asistentes que así lo quisieron.