Poco dado a airear intimidades, George Orwell nunca quiso abordar una autobiografía "quizá porque solo llegó a vivir 46 años" y dejó muy clara su voluntad de que no se le dedicara ninguna biografía. Sus estudiosos no le hicieron caso. De ahí que Peter Davison, responsable de la edición de las Obras Completas del autor y responsable de la contextualización y las notas de Escritor en guerra, admita que en estas cartas y diarios es "donde puede rastrearse la biografía que Orwell nunca escribió". Christopher Hitchens, orwelliano de pro y la lengua más desatada el reino, escribió en el prólogo a los diarios de Orwell que leerlos puede enriquecer nuestra comprensión de cómo el autor "transmuta la materia prima de la experiencia cotidiana en algunas de sus novelas y polémicas más conocidas".