La última campaña de prospecciones llevada a cabo en el municipio cincovillés de Castiliscar ha sacado a la luz unos restos romanos de interés. Concretamente, se trata de un edificio construido con grandes sillares de arenisca que podría ser un monumento funerario de importantes dimensiones. «Quizá el más grande de los existentes en la Comarca de las Cinco Villas», explicó el arqueólogo Javier Andreu.

Andreu, director científico de Los Bañales y del diploma de arqueología de la Universidad de Navarra, guió la visita que se llevó a cabo ayer en Sonavilla, emplazamiento donde se encuentran los restos arqueológicos. Sonavilla, concretó el experto, «fue una antigua villa romana, la unidad mínima de explotación agropecuaria del territorio rural de las ciudades romanas».

«El término municipal de Castiliscar debió de depender de la ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo) y contaba con varios enclaves romanos, además de Sonavilla, como San Román. La concentración de miliarios en el término municipal de Castiliscar prueba el carácter de encrucijada de esta población entre los siglos I a. C. y III d. C.», apunto el experto.

En cuanto al monumento funerario, Andreu precisó que «fue excavado en los años 80 por Peña Lanzarote, pero no se veía porque la maleza lo había tapado. Gracias a la limpieza llevada a cabo por un peón del Ayuntamiento de Castiliscar se ha podido documentar gracias a la fotogrametría y a través de un dron».

Los primeros indicios revelan que este monumento sería del tipo templo, semejante al de Fabara (Zaragoza), de notable envergadura -más de 20 metros de lado- o bien ante un gran altar monumental o monumento turriforme, como demuestran varios ejemplos en Santa Criz de Eslava (Navarra). «Sólo la excavación completa del recinto podrá confirmarlo y ubicar el monumento en el contexto de los otros monumentos funerarios romanos conocidos en tierras de Biota o de Sádaba», comentó el especialista.