El colectivo Chicotén será el encargado de inaugurar la 26ª edición de Festifalk con un concierto que ofrecerá el próximo 11 de agosto a las 22.30 horas en Alcorisa en el que presentará su disco Ver para creer. 40 años de música popular aragonesa, mientras que al día siguiente, a la misma hora pero en Alcalá de la Selva, actuará la banda vasca Korrontzi.

Además de Alcorisa y Alcalá de la Selva, el festival (que se prolongará hasta el 19 de agosto) también pasará por Albarracín, Alfambra, Calamocha, La Puebla de Valverde, Monreal del Campo, Santa Eulalia, Teruel y Utrillas por los que pasarán agrupaciones folclóricas de lugares como Mongolia, Chile, Ucrania, Paraguay, así como los locales, entre otros.

Chicotén continúa su gira por Aragón presentando su doble librodisco, una conmemoración del 40 aniversario de la grabación de un grupo que dio paso a la evolución de la música popular en Aragón. Por su parte, Korrontzi es el nombre de la banda folk (Mungia, Euskal Herria, 2004) que fue formada por el trikitilari Agus Barandiaran quien basó su línea de trabajo en dotar a la música folk de Euskal Herria y a los sonidos ancestrales y tradicionales vascos de un punto de contemporaneidad, pero siempre dentro del ámbito de la música cimentada en la trikitixa o acordeón diatónico vasco. Esta banda folk interpreta esencialmente música tradicional vasca acompañada de técnicas actuales con la ayuda de instrumentos más modernos (mandolina, bajo, percusión).

CULTURAS Y SONIDOS

Este festival cumple 26 ediciones llevando a Alcalá de la Selva y a todo Teruel una amalgama de culturas y sonidos. Inicialmente el festival se denominó Festival Folclórico de las Autonomías de Alcalá de la Selva, una cita en la que solo participaban dos grupos de otras comunidades autónomas españolas.

Aquel esquema básico, que se prolongó en los tres primeros años, dio paso a la entrada de grupos internacionales en 1996. Fue el grupo Janosik de Eslovaquia el primer grupo extranjero que participó en el festival. Posteriormente, la nómina de países se ha ampliado notablemente: diferentes repúblicas de la Federación Rusa, Georgia, Bielorrusia, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Turquía, Italia, Méjico, Cuba, Argentina, Chile, Panamá, Perú, Puerto Rico, Colombia, Paraguay, Uruguay, Isla Antigua, Senegal, Costa de Marfil, Venezuela, además de todas las comunidades autónomas españolas han desfilado ya por Alcalá de la Selva. Además, desde el año 1997 el festival se amplió a otros pueblos de la provincia de Teruel.

Fue una manera de compartir el folclore y la riqueza cultural de otros países del mundo. La internacionalización del festival dejaba corto su nombre y, por ello, en la edición de 2007 éste pasó a llamarse Festifalk.

En cada una de las ediciones han participado en torno a 250 músicos y bailarines, que han contribuido a dinamizar la vida cultural y festiva de estos municipios de la provincia de Teruel.

Nacho Escuín apuntó ayer que este es «un festival muy interesante y singular, un festival que destaca por nacer con una gran humildad, ubicarse en el medio rural de Teruel y por ser capaz de defender la mejor cultura popular y llevarla a todos los lugares». El director general recordó que una de las máximas del Gobierno de Aragón es «entender la cultura como un derecho a la que todos los ciudadanos puedan tener acceso con la mejor calidad, sea cual sea su lugar de residencia. En nuestra vinculación y patrocinio con el Festifalk intentamos eso», explicó.

Festifalk está organizado por el Ayuntamiento de Alcalá de la Selva y los ayuntamientos del circuito, Albarracín, Afalmbra, Calamocha, La Puebla de Valverde, Monreal del Campo, Santa Eulalia, Teruel y Utrillas.

Su director, Jesús Sánchez, por su parte, agradeció al ejecutivo aragonés el apoyo por segundo año para «dar una visión paralela al festival, permitiendo mostrar la evolución del folclore y de la música popular». Sánchez argumentó que «el Festifalk es una referencia a nivel nacional porque ha sabido crear un encuentro de culturas».