Debutó con tres años sobre las tablas del Teatro Principal, y desde entonces se ha entregado al arte de la zarzuela con pasión. Corita Viamonte se despedirá de manera profesional de los escenarios este lunes en el Teatro Principal con Ángeles sin hogar, una gala en homenaje a sus padres, Corita López y Juan Viamonte, y en la que lo recaudado irá destinado a las mascotas abandonadas, a través de la Asociación Madrinas Animalistas Rescate (AMAR) y la Plataforma de Protección Felina.

«El artista nunca se jubila, pero cuando a una le ocurre lo que me sucedió a mí el año pasado que sufrí un ictus, le pasan por la cabeza muchas cosas. Una de ellas despedirme profesionalmente de los escenarios en el Principal con un homenaje a mis padres. Aquí empecé y aquí quiero terminar», explicó la artista zaragozana.

A la presentación de este acto solidario asistieron el viernes, además de Corita Viamonte, la concejala de Cultura, Sara Fernández; el gerente del Patronato de Artes Escénicas y de la Imagen, José María Turmo y las presidentas de las dos asociaciones a las que irá destinado el dinero recaudado, Marisa Maturana y Maribel Salsa. La presidenta de AMAR, Marisa Maturana, destacó el papel de este espectáculo para la labor de las plataformas de recogida de animales: «De pequeños los animales hacen mucha gracia, pero crecen y algunos de ellos son abandonados, y cuando han tenido calor y cariño y de repente se ven en la calle lo pasan mal». Maribel Salsa se mostró agradecida por esta labor y añadió: «Estamos superados, los gastos de los gatos de la calle los acarreamos nosotros. Nos hace falta mucha ayuda para hacerle frente, y por eso os agradezco mucho que nos hayáis dado la oportunidad y el trabajo que estáis haciendo».

La gala, presentada por Pilar Bellé, Susana Luquín y Javier Vázquez, se dividirá en dos partes. La primera de ellas es la representación de Chateau Margaux, una zarzuela original de Manuel Fernández Caballero a la que pondrá voz Corita Viamonte: «Cuenta la historia de un matrimonio que se acaba de casar. Yo interpreto a Angelita, una chica muy vergonzosa a la que su marido para que espabile y se suelte un poco decide ponerle dos botellas de vino en la mesa. Ella se toma ambas y acaba andando a trompicones mientras canta… acabo con la lengua en el suelo», dice esta entre risas.

En la segunda parte, el poeta Fernando González, recitará una poesía de Alfonso Zapater, escrita un año después del fallecimiento de su madre, Corita López. «Es un espectáculo muy emotivo, tanto por la causa que defiende de ayudar a todos esos peludillos que han sido abandonados como por el hecho de que vamos a estar sobre el escenario Nacho Embid, Pedro Javier Sánchez, Conchita de Castro, Jesús María Celma y yo, los cinco alumnos que tuvo mi madre, y por ser mi despedida de manera profesional de los escenarios», concluyó.