CINE La Berlinale cerró ayer su 64ª edición con el denominado Día del Espectador, una jornada adicional en que se exhibe la señal de identidad diferenciadora de ese festival respecto a sus rivales: su carácter popular. Un total de 409 filmes, en sus distintas secciones y un récord histórico de 330.000 entradas vendidas en los diez días de vida del festival, reflejan su vocación ciudadana.