La versión que ofrece de Noé la sexta película de Darren Aronofsky no es amable: un hombre cuyo exceso de rectitud lo convierte en cómplice de un acto de genocidio global, y cuyo momento más heroico tiene lugar cuando decide no cometer infanticidio. Nada que ver, pues, con el benigno patriarca que John Huston retrató en La Biblia (1966), ni con el Noé moderno que protagonizaba Sigo como Dios (2007), sobre quien los animales del arca tanto gustaban de hacer sus necesidades.

Pero Noé es una película atípica también por otro motivo: toma el centenar escaso de versículos que el libro del Génesis dedica al diluvio universal y los convierte en un blockbuster hollywoodiense. Sin duda, nada que ver con los VHS que de niños solían ponernos en clase de religión, copias gastadas de Los Diez Mandamientos y Rey de Reyes y otros ladrillos.

Todas esas películas pertenecían a una edad de oro del cine bíblico que llegó abruptamente a su fin tras el fracaso comercial de La historia más grande jamás contada (1965), más que nada porque durante las siguientes cuatro décadas la gran pantalla no se fijó en las Sagradas Escrituras más que para usarlas como excusa para dar sustos --El exorcista (1973) y sucedáneos-- o para ofrecer alguna aislada relectura polémica --La vida de Brian (1979), La última tentación de Cristo (1988)--. Ni siquiera el éxito de taquilla de La pasión de Cristo en el 2004 cambió esa tendencia: las acusaciones de antisemitismo vertidas contra la cinta asustaron a los estudios.

Secuencias de acción

Pero era solo cuestión de tiempo que perdieran el miedo. La Biblia, en fin, está llena de material idóneo para ser convertido en espectaculares secuencias de acción, y sus fans dejan a la altura del betún, tanto en número como en compromiso, a los de los tebeos de la Marvel. Además, en un mundo tan desastrado como el nuestro, ¿no tiene sentido imaginar a un Dios vengativo que castiga a la humanidad por sus pecados, como hace Noé? ¿Y no es lógico que la gente se refugie en esa versión simplificada de la fe que el cine propone? Por eso, Ridley Scott estrenará a finales de año Éxodo, en la que Christian Bale da vida a Moisés; Julia Ormond protagonizará Mary, un biopic de la Virgen María, y parece que Brad Pitt dará vida a Poncio Pilatos. Y Will Smith planea dirigir The redemption of Cain, que mezclará al primer asesino del Antiguo Testamento con una trama de- vampiros. Lo van a linchar.