En uno de los momentos más divertidos de la película de Tarantino, pero también muy ilustrativo de la escala de valores del star system de los años 60, el personaje de DiCaprio confiesa entristecido que pudo haber interpretado el papel de Steve McQueen en La gran evasión, la película de Sturges que narra la fuga de un grupo de prisioneros aliados de un campo de concentración alemán. Tarantino usa varias escenas del filme, sustituyendo digitalmente la cabeza de McQueen por la de DiCaprio.