Carlos Saura se emocionó sobre el escenario al recibir de manos de Victoria Abril --que participó en su última película, El séptimo día-- el premio honorífico que le concedió la Academia de Cine Europeo. En su discurso, el director, que asistió a la gala con su hija Sofía, resaltó que Europa ha alumbrado a grandes cineastas, actores y actrices. "Sin embargo --agregó-- nos falta mejorar la comunicación entre países. En nuestro continente, se hacen muchas películas maravillosas y no tenemos oportunidad de verlas". Saura, que tuvo un emotivo recuerdo para "mi amigo" Win Wenders, pidió en que el cine europeo encuentre un camino para mejorar la difusión y agregó: "Espero que éste no sea un premio de fin de carrera".El director de Goya en Burdeos vio también el libro con el storyboard

vio también el libro con el de la película que editó el Ayuntamiento de Zaragoza, con el patrocinio de la CAI y la colaboración de la Filmoteca, para entregarlo a los asistentes a la gala.