Dos horas antes de que comenzase el concierto, la gente se agolpaba en las inmediaciones del Pabellón Príncipe Felipe a la espera de que los hermanos David y José Manuel Muñoz salieran al escenario. Poco a poco la pista se fue llenando hasta completar el aforo, y los murmullos fueron incrementando su volumen a medida que se acercaba la hora. Mientras esperaba, el público aprovechaba para tomarse selfies y bailaba al ritmo de la música de Dua Lipa o de Jess Glynne y Macklemore.

Diez minutos después de la hora prevista (21.30) las luces se desvanecieron, las linternas empezaron a alumbrar la pista, sobre el escenario empezaron a vislumbrarse instantáneas de los veinte años de Estopa sobre los escenarios y se hizo la música. El público empezó a vitorear, a dar palmas, desde la llegada de David y José Manuel Muñoz al escenario, y acompañó desde los primeros acordes del primer tema, Tu calorro. «Fui a la orilla del río y vi que estabas muy sola. Vi que te habías dormido, vi que crecían amapolas» se escuchaba a una sola voz. Fieles a su estilo, y con la misma frescura, imaginación, humor y desparpajo de sus primeras canciones, Estopa incendió el Príncipe Felipe con algunos de los grandes éxitos de 20 años de carrera musical a la vez que de los temas de su nuevo disco, Fuego.

Así, tras las dos primeras canciones, el dúo de Cornellá dio la bienvenida al público zaragozano con una jota que este aplaudió, silbó y acompañó. «Y a la corte aragonesa, le traigo una petición, casarme con la princesa de la corte de Aragón», se escuchaba en el Príncipe Felipe. Pero este no fue el único momento esperado de la noche, pues también hubo tiempo para la presentación de algunos de los nuevos temas en Zaragoza. Entre ellos, uno de los más aclamados fue Fuego, el tema que da nombre a la gira y a disco. Un tema que por ser reciente no era menos conocido, pues desde los primeros acordes con la guitarra eran acompañados por un público que les acompañó, aplaudió, bailó, cantó e incluso se emocionó con algunos de los temas más conocidos del grupo

El público, entregado desde el minuto uno, congregó a dos generaciones, que disfrutaron de la misma manera de la música del dúo de Cornellá. Elena Bonachera, de 26 años, acudió al Príncipe Felipe con un grupo de amigas. «Descubrí el grupo cuando era una adolescente», aseguró. «Me gustaban bastante el rap y el hip-hop; pero mi hermano me regalo el disco por mi cumpleaños y desde entonces he pasado 12 años siguiendo a este grupo». Patricia García, por su parte, estuvo con su novio. Empezó a escucharles hace cuatro años porque «antes sabía que existían pero no pensaba que estuviese hecha para esta música. Fue empezar con este (el novio) y ver que estaba equivocada», dijo entre risas.

Manuel Tejero asistió con su hijo Diego de 13 años. El padre empezó a seguir a Estopa casi en sus inicios hace ya 17 años. «Desde entonces es lo que se ha respirado en casa y poco a poco se lo he pegado a mis hijos», señaló, algo que corrorobó su hijo; y de hecho, sus canciones favoritas son «de las más antiguas».

Otro joven, Marcos Castillo, de 18 años, acudió con su hermano y un grupo de amigos. Descubrió a Estopa «cuando estaba en el instituto, un colega algo mayor nos lo recomendó y la música fue pasando entre los del grupo de amigos hasta ahora que todos somos seguidores». Entraron con ganas de fuego y salieron ardiendo.