Ya desde el principio quiso dejar claro que él afronta su trabajo con "mucha seriedad". Eso, a pesar de que la gente siempre le está diciendo "'os lo pasareis en grande'. Pues, mire, todo menos eso. Hacer reír a los demás es muy complicado porque el público es muy variopinto y, aunque no lo parezca, mi trabajo es muy analítico". Santiago Segura protagonizó ayer una nueva sesión de La buena estrella en la que presentó su última película, Torrente 5. Operación Eurovegas. Lo hizo ante un Aula magna del Paraninfo repleta de gente que desde más de una hora antes ya estaba haciendo cola. De hecho, cuando se abrió la puerta, el público entró a la carrera.

Santiago Segura, José Luis Torrente en pantalla, que aseguró que, por encima de todo, "lo importante es no engañar al espectador", destacó que es la primera vez que está recibiendo "muchas felicitaciones de chicas, algo que se me escapaba hasta ahora" y reiteró que Torrente 5 será la última película de la saga: "Me ha quedado tan bien que me quedo aquí", explicó entre bromas aunque también recalcó que no tiene "nada claro en la vida. Ni siquiera si cogeré el tren esta noche...".

CRÍTICA SOCIAL "CORTA"

El actor y director, que no participaba en La buena estrella desde que Lamata estrenara Una de zombis, defendió el papel de Torrente: "La gente siempre me echaba en cara que era un tipo de persona a punto de extinguirse, pero lo cierto es que, al final, la crítica social de estas películas se queda corta". Si bien, a continuación, aseveró que ese nunca ha sido su pretensión sino representar esa España de la picaresca que hace reír. Y, de ahí, la combinación variopinta de personajes que aparecen en la cinta: "Yo rechazo a mucha gente en el día a día que luego en pantalla me hacen gracia. Nunca pondría a Homer Simpson a vigilar mi central nuclear pero en la televisión me hace reír... Yo sé que Torrente es un personaje para reírse de él, aunque hay gente que no lo entiende y le acusa de todos los males de este mundo", aseguró para después aludir a la actualidad: "En España tenemos admiración por los pícaros y el claro ejemplo es Francisco Nicolás, se le ve como un crack cuando es un desgraciado al que alguien le tendría que haber dado una paliza".

En Torrente 5, la acción transcurre en el 2018 con una Cataluña independiente, y el filme gira en torno a una banda que pretende atracar el casino de Eurovegas guiados por Alec Baldwin. Una comedia que ya acumula 1.500.000 espectadores desde su estreno. Y eso, a pesar, de que, "en el mundo, está subestimada la capacidad de hacer reír, hay una idea generalizada de que lo profundo y lo transcendente está reñido con la risa cuando es un bálsamo que reparte felicidad. ¿Sabes cuál es el problema? Que la gente no valora su risa", denunció con contundencia Santiago Segura, que confesó que alguna vez se ha planteado hacer un drama pero que en cuanto lo ha pensado le ha dado "urticaria. Los dramas están en todos los lados, yo cojo mi filtro cómico y los encauzo... No me gusta el drama".

La presencia de Torrente 5 en la cartelera coincidirá con la próxima Fiesta del cine (que se celebrará del 27 al 29 de octubre), lo que augura que será un gran éxito: "Cuando la gente me dice que está esperando a esos días para ver mi película porque no se puede permitir ir un día normal, me da pena. La Fiesta del cine es una cosa muy buena pero debe ser el principio de muchas otras cosas. A mí me gustaría que el cine no fuera elitista y es que se pierde el hábito por los precios. Está claro que si no tienes las necesidades básicas cubiertas, a esos precios no vas a ir al cine. Hemos perdido el estado del bienestar". Y es que la industria del cine español sigue sin ser "boyante" a juicio de Segura porque "solo hay alegría para unos pocos y cutrez para el resto. Los éxitos que se han cosechado este año no son más que un espejismo".