Todo partió de dos estructuras que se habían utilizado en anteriores exposiciones de Etopia y con una idea, «resignificar los materiales» y, sobre todo, «experimentar. Así comenzó hace tres años en Etopia el proyecto 48Cube de Yaguar y Edu Cortina, que hoy se ha inaugurado en el centro, que ha producido dentro de su programa de residencias esta exposición, y donde se puede visitar hasta el próximo 29 de agosto con entrada libre.

48Cube está formado por dos instalaciones «hermanas», explica Yaguar: «Lo que sucede en este cubo (uno de los soportes de la exposición) es lo mismo que sucede en la otra instalación pero tiene otro tipo de lenguaje y de programación específica. Cuando sucede algo aquí, la interpretación visual toma otros registros y otro lenguajes en esos 2.400 leds verticales». «Hemos probado nuevos materiales y nuevas ópticas que hemos hecho concienzudamente porque se trataba de redescubrir nuevas cosas dentro de las visuales. Esto que hemos hecho es todo nuevo sin parámetros en los que fijarnos», señala Edu Cortina, que explica que el proyecto es mucho más amplio: «Queríamos hacer una videoinstalación pero que no fuera pasiva, que tuviera interacción y que a su vez que sucedieran a lo largo de la exposición momentos específicos, y esos son las actuaciones que hemos programado». Así, interaccionarán con las instalaciones en una serie de performances programadas Gustavo Giménez, María de Rada, Virginia Canedo y Anazul, Laura Val, Evyenia Tzortzi, Dr. Loncho, Bolimaño Extremeño, Olga Elipe, Jaime Lapeña y Luis Trébol. «Quisimos vincular artistas de otras disciplinas sin mucho contacto con los nuevos medios y las nuevas tecnologías porque queríamos que sucedieran momentos específicos», señala Cortina.

Y es que la instalación se mueve en dos capas, «una en tiempo real y otra vídeos que se concretan con esos artistas», dice Cortina, que lanza el reto para el espectador: «Dura 37 minutos y simplemente hay que dejarse llevar y absorber lo que sucede, habrá momentos más oscuros, alegres, dinámicos… Hay piezas que sorprenden porque entre ellas mismas contrastan mucho».

Por su parte, para Juan Pradas, gestor de actividades del Centro de Arte y Tecnología Etopia, se trata de una exposición «muy importante para este recinto porque sintetiza todo lo que es Etopia, está en el ADN del centro, la tecnología y buena parte de las piezas han sido construidas en los propios laboratorios Cesar», además de seguir construyendo la propia identidad del proyecto zaragozano: «Refuerza nuestra función como centro de producción y de trabajar con creadores locales», concluye.