El 2017 fue un buen año. Aunque no fueron para tirar cohetes, los números de la industria cinematográfica de Alemania apuntan a una ligera mejora. Las producciones nacionales vendieron 122,3 millones de entradas y obtuvieron unos beneficios de 1.056 millones de euros, lo que supone la segunda mayor facturación de su historia. Parte de esa mejora se debe al aumento del consumo de cintas alemanas -con una cuota de mercado del 23,9%, la tercera más alta de Europa- y al éxito de Fack ju Göhte 3, un blockbuster de aventuras adolescentes que se coló en el quinto puesto de producciones europeas más vistas. Aunque aún no hay datos anuales, la industria se muestra optimista a seguir creciendo este año.En lo que llevamos del 2018, tan solo una película alemana ha conseguido liderar la clasificación semanal en taquilla. Durante el fin de semana del 21 al 23 de septiembre, Klassentreffen, de Til Schweiger, recaudó más de 8 millones de euros. Las películas más populares en Alemania han sido Black Panther y Vengadores: Infinity war. carles planas bou