INTERPRETES: Orquesta del Teatro Bellini, D. Roncatore, Stefano Ranzani

LUGAR: Sala Mozart del Auditorio

FECHA: Lunes, 7 de junio

ASISTENCIA: Media entrada

La Sociedad Filarmónica despidió ayer temporada con una sorpresa, en forma de recital organizado con el Auditorio. En un principio iba a ser un concierto de Mirella Freni, sustituida por Eva Mei. Al final la joven panormitana Désirée Roncatore fue la artífice de esta gratísima sesión musical.

La Orquesta del Teatro Bellini de Catania y el maestro Ranzani, muy bregado en lides operísticas, acompañaban a la soprano y añadían unos cuantos fragmentos orquestales de falso relleno. Cada parte incluía una obertura y dos arias: en la primera eran de Donizetti; en la segunda, de Bellini. Entre medio, hubo unas cuantas rarezas nada desdeñables. Primero, un lírico intermedio de Floridia, compositor ensombrecido por el talento y el márketing de Puccini. Después, dos fragmentos de Ellis Island de Sollima, música de anteayer como quien dice, curiosas y no muy atrevidas mezclas de ópera italiana, musical y banda sonora: no serán originales, pero al menos son asequibles y no aburren. Finalmente, una muy entretenida suite del ballet La tinaja de Casella, excelente compositor cuya facilidad para asimilar lenguajes ajenos le impidió crear uno propio. La orquesta siciliana se manejó con soltura en este repertorio lírico- dramático, siempre bien conjuntada (aunque algún solista y detalles de las cuerdas fallaran) y afinada.

La Roncatore arrancó bien con sus donizettis, quizá falta de peso en los graves y de profundidad dramática, pero siempre ágil en los agudos (¡qué bien la loca de Lucía!), con una dicción espléndida y un ejemplar sentido de la frase. Con las dos arias de Bellini (hubo otra de propina) se encontraba exactamente en su medio y resplandeció con las lánguidas heroínas bellinianas, que de repente se arrancan henchidas de pasión. Una soprano joven pero sobradamente preparada.