El Nobel de Literatura José Saramago escribía la semana pasada que "la carrera política y empresarial de George Walker Bush (...) se encuentra narrada y documentada en no pocas obras que han investigado los sótanos de la política norteamericana". Sí, pero tantos libros, o al menos las docenas que se han traducido en los últimos meses en España, ¿ayudarán a entender el resultado de las elecciones del próximo martes, vuelva a ganar el republicano Bush o venza el demócrata John Kerry? ¿Contribuyen a explicar el neoconservadurismo incubado desde finales de los 60 a la sombra de Vietnam y encumbrado por Bush tras el 11-S y la guerra de Irak?

El periodista de The Wall Street Journal Alan Murria reconoce que "la mayoría de estos libros no han sido escritos para informar ni siquiera para convencer; sino para atizar las pasiones de los ya convencidos". Algo que se agrava en España, donde, salvo excepciones, sólo llegan los best-sellers políticos más sensacionalistas, incluidos los ensayos de brocha gorda y humor corrosivo de Michael Moore (¿Qué has hecho con mi país, tío?, Ediciones B y Al Franken (Mentiras y mentirosos, Debate) y los biográficos y periodísticos.

"Lo que se publica aquí sobre EEUU es muy flojo; sólo llega lo más panfletario", dice el historiador Enric Ucelay da Cal, quien advierte que la España donde repunta un "antiamericanismo enraizado en 1898 y escondido tras un discurso anti-Bush" está "muy mal preparada bibliográficamente" para entender el resultado de unas elecciones "muy reñidas" en un país "que es tan complejo como el conjunto de Europa". El profesor de Filosofía Política de la UB Josep Maria Esquirol reitera que "el debate político norteamericano y las obras que lo sitúan tienden a ser superficiales" y apuesta por reconducirlo con autores de pensamiento agudo, "como Leo Strauss, Alexandre Koj¨ve, Raimon Aron y Jan Patocka".

El catedrático de Ciencia Política Vicen§ Navarro explica la no traducción de norteamericanos "conocidos, interesantes, rigurosos y críticos" como "Robert Pollin, Douglas Henwood, Jeff Fox y John Smith" porque "no tienen cajas de resonancia en una España bastante conservadora". La cancha editorial y mediática que se da al Nobel Joseph Stiglitz y al Príncipe de Asturias Paul Krugman confirma lo que Navarro asevera: "Estos autores son próximos a Bill Clinton, que en Europa se ve como la izquierda de EEUU cuando no lo es". La excepción, admite Navarro, son los izquierdistas Noam Chomsky y Michael Moore, "porque son una apuesta comercial segura". El profesor de Ciencia Política Gabriel Colomé coincide en que hasta las editoriales "están contaminadas por el efecto (del documental de Moore) Fahrenheit 9/11", pero salva de la quema los libros del periodista Bob Woodward. Además, Colomé pide traducir obras de politólogos como "James Carville y Ronald A. Faucheux" y recomienda "el libro clave de Robert D. Putnam Sólo en la bolera " y lo último de Gore Vidal, La invención de una nación (Anagrama).

Pero lo cierto es que el reclamo Recomendado por Michael Moore es omnipresente en muchos libros recién traducidos. Por eso Ediciones B y Grup 62 exprimen el tirón lanzando ¡Todos a la calle! un libro de Moore de 1997. Y hacen lo propio con Chomsky, de quien este 2004 han publicado Hegemonía o supervivencia. La estrategia imperialista de EEUU (Ediciones B) y La objetividad y el pensamiento liberal (Península. Este último recopila un texto inédito de Chomsky sobre la guerra civil española y otro titulado La izquierda y la guerra de Vietnam que, pese a ser de 1968, presenta analogías con el papel de la izquierda de EEUU ante la guerra de Irak y analiza con lucidez la ideología neocon.

NEOCONSERVADURISMO

Este neoconservadurismo es común a los republicanos de Bush y los nuevos demócratas de Clinton y Kerry. Los segundos son menos fundamentalistas pero, como reconocen el periodista Joaquín Estefanía en el prólogo del libro del marxista británico Alex Callinicos Los nuevos mandarines del poder americano (Alianza) y el profesor Esquirol, todos beben de la teoría política del filósofo Leo Strauss (1899-1973), célebre por su escepticismo democrático y de quien Paidós acaba de traducir ¿Progreso o retorno?

Son más asequibles El imperio incoherente. EEUU y el nuevo orden internacional, de Michael Mann (Paidós), y La ideología neoimperial, del director del Centro de Investigación para la Paz Mariano Aguirre y la politóloga Phyllis Bennis (Icaria). Pero la traducción de Strauss prueba que, más allá de Moore, en el alud de ensayos sobre EEUU hay un autor clave que no es Chomsky.