James Cotton, apodado Superharp, el armoniscista de blues por excelencia, el socio eterno de Muddy Waters, murió el viernes a los 81 años en Austin, Texas. Su desaparición significa, entre otras cosas, el final para una época fundamental en la historia de la música negra de Estados Unidos. Su último disco, titulado Cotton Mouth Man, fue editado en el año 2013.