Si Georges Melies puede considerarse el "padre de los efectos especiales", los Estudios Pixar son protagonistas de otro hito cinematográfico, el de cómo "la técnica revoluciona el arte". Y así lo demuestra la exposición Pixar. 25 años de animación, que se inaugura hoy en CaixaForum Zaragoza y que permanecerá abierta hasta el 5 de enero. La entrada cuesta 4 euros.

"¿Qué se expone? ¿Los ordenadores?", reconoció ayer que le preguntaban a Maren Jones, directora del programa de exposiciones de Pixar Animación Estudios, que presentó la muestra junto a Elisa Durán, directora general adjunta de la Obra Social La Caixa. Pero cada película es un reto porque hay que tener en cuenta que "no hay actores ni objetos reales, todo nace de la nada", aseguró, por lo que "los artistas se sienten libres a la hora de dar vida al personaje y de desarrollar la historia".

Esta exposición, compuesta por 400 piezas, sirve para dar a conocer el proceso de creación de doce de sus largometrajes, en cada uno de los cuales se puede invertir alrededor de cuatro o cinco años. A través de dibujos, vídeos, maquetas, audios y paneles se descubren todos los entresijos de películas como la trilogía Toy story --la primera de la saga fue la primera de animación digital--, Bichos, Monstruos, Buscando a Nemo, Los increíbles, Cars y Cars 2, Ratatouille, Wall-E y Up.

PERSONAJE, HISTORIA, ENTORNO

Para Jones, "hay mucha obra de arte" en la creación de estas películas, por eso el Moma de Nueva York les propuso sacarlos a la luz y exponerlos. El objetivo es "compartir" estas "obras de arte originales", el nacimiento de una película desde que se dibuja a lápiz un personaje hasta que se les dota de vida con el ordenador. John Lasseter, director creador de Pixar, quiso dar a conocer "este mundo que nadie había visto" hasta 2005 --desde entonces han visitado la exposición tres millones de personas en todo el mundo--.

Las claves de las películas de la factoría son: "Contar una historia emocionante", señaló Jones; y es que "la historia manda, es la reina, sin una trama no importa lo bonita que es la puesta en escena"; "poblar esa historia con unos personajes memorables"; y que "estos vivan en un mundo creíble". Y así está dividida la exposición.

El recorrido arranca con una enorme maqueta del protagonista de Monstruos, Sulley, al que "se tarda en peinar alrededor de tres horas"; y a partir de ahí, cada película, con los primeros dibujos de los personajes; cómo varían --"en principio Woody de Toy story iba a ser el malo, pero nadie lo veía como tal", señaló Jones--, maquetas, los guiones gráficos, los storyboards a mano, los digitales, la coloración, los diseños, los modelados, etc.

EL ZOOTROPO

Todas las piezas llaman la atención, pero dos por encima de todas, señaló Elisa Durán. El zootropo de Toy story, creado para ser expuesto, muestra cómo el movimiento y una luz estroboscópica hace que el ojo humano vea lso cuadros que lo componen en movimiento; es entonces cuando los personajes cobran vida. Y Artscape, una experiencia audiovisual en el que el público descubre el proceso que vivió cada artista, ya que a través de un dibujo el espectador se sumerge en la historia para explorar el movimiento tridimensional.