Andrés, de siete años, no da crédito a que lo que tiene delante es el cráneo de un elefante. Está sorprendido por ello, pero en realidad asegura que del Museo de Historia Natural del Paraninfo de la Universidad le ha gustado todo, «los animales y los fósiles», pero, lo que más, «poder tocarlos». Y es que las actividades programadas por el Día de los Museos en este espacio incluían desde la explicación de las especies fósiles encontradas en Zaragoza, a talleres para enseñar a los niños a dibujar dinosarios o a conocer los minerales de la zona, como la calcopirita, «el oro de los tontos, pues parece oro pero no es, así que no os dejéis engañar», explicaba Agustín Gálvez. Y los pequeños asentían como si hubiesen aprendido bien la lección y ya nadie les pudiera tomar el pelo en adelante.

Gálvez era uno de los voluntarios que ayer dirigían las actividades programadas en este centro universitario con un objetivo claro, «acercar a la gente los museos de verdad ya que dejar que los chicos toquen los minerales y los fósiles es una forma de crear afición y interés por lo que aquí hay».

La frase define a la perfección los objetivos marcados en todos los centros para celebar ayer el Día y la Noche de los Museos, que un año más resultó «un éxito», como señalaba en el Pablo Gargallo uno de sus responsables, Javier Fernández, que insistía en la importancia de organizar actividades «con las que la gente pueda interactuar, ya que así para ellos es una fiesta y para nosotros una buena manera de dar a conocer lo que tenemos».

Interactuar era la palabra más utilizada por los responsables de los centros. Y es que los visitantes participaban de una manera activa en el conocimento de las colecciones, bien a través de talleres, bien con visitas guiadas hasta por personajes llegados del pasado romano de la ciudad o disfrutaban de espectáculos que iban desde la magia en el Museo del Fuego, a la música en el Museo Goya-Ibercaja o el Teatro de Caesaraugusta.

Así, en el Pablo Gargallo, el escultor Jesús Gazol modelaba una pieza delante del público, que se interesaba por el proceso y por las dos varillas sobre las que se iba dando forma a la figura. «Es una sensación nueva y satisfactoria trabajar delante de la gente, pues estoy acostumbrado a la soledad del taller y esto es otra cosa muy agradable», comentaba Gazol.

DEL GOTEO AL DESBORDAMIENTO

La mañana del Día de los Museos había comenzado con visitas por goteo a los centros, pero sin agobios. Así que fue más «tarde y noche de los museos» que de jornada matinal. Pero después de comer todo se lanzó, y familias enteras con los niños comenzaron una invasión museística que en el caso del Pablo Gargallo según señalaban los responsables «nos está desbordando». Según las primeras cifras, que en realidad no es lo importante, a las 18.30 horas, por los museos de la Ruta Romana y el Gargallo habían pasado cerca de 3.000 personas.

En CaixaFórum, donde el público se daba de frente con Los dioses del Prado y Dalí Atómico y se percataba gracias a las explicaciones de los guías que en el cuadro Gala Atómica la figura de Gala está flotando y ningún objeto del cuadro se toca entre sí, estas visitas guiadas cubrieron todas sus plazas «y ha habido gente que no ha podido apuntarse».

En el IAACC Pablo Serrano, a las siete de la tarde había pasado casi un millar de personas, y en ese momento la afluencia se incrementaba, «me imagino que porque ahora hay una visita teatralizada y también porque mañana (por hoy domingo) termina la exposición de Balenciaga», comentaban en la recepción.

Junto al Museo del Puerto Fluvial, en la plaza de San Bruno, los niños jugaban con Juegos tradicionales romanos, solo que a sus padres les resultaban más que conocidos pues eran hoyetes, el aro, el tres en raya... «parece mentira que a esto que jugábamos de chavales ya jugaran los romanos», decía Ángel Ferrando, que, por otro lado aseguraba que conocía todos los museos zaragozanos, pero que les gustaba salir este día con los chavales «porque es una forma disintas de verlos y disfrutarlos».

Y lo mismo pensaron Marisol Martín y Miguel ángel Úbeda, una pareja de Madrid que está pasando el fin de semana en Zaragoza y había descubierto, gracias a este día de puertas abiertas, «la riqueza de museos que hay en la ciudad». Marisol y Miguel Ángel visitaban el Teatro de Caesaraugusta y explicaban, con cierto asombro, que «no sabíamos que en Zaragoza hubiese tantos restos romanos, la verdad es que solo sabíamos del Pilar; pero también hemos estado en el Museo Goya... La verdad es que estas iniciativas me parecen excelentes y hemos decidido que vamos a instaurar el Día de los Museos como fecha para elegir los fines de semana que quermos salir a conocer otras ciudades». Así que, misión cumplida.