Desconocimiento absoluto. Estas son las palabras que más fielmente describen el asunto de las placas informativas del mudéjar aragonés abandonadas en la calle Juan Pablo Bonet.

Desde la Dirección General de Patrimonio del Gobierno aragonés de la que depende el Centro de Gestión del Patrimonio Mundial de Aragón afirman que el abandono de las placas no es responsabilidad suya y que, en ningún caso, se han dado órdenes para que fueran desechadas de esa manera. Las instituciones implicadas señalan que desconocían el asunto y que se enteraron del mismo a través de EL PERIODICO DE ARAGON.

Tras darse cuenta del tema, la Dirección General de Patrimonio aragonés ha decidido abrir una investigación para descubrir todo lo concerniente al asunto y qué es lo que ha motivado que estas baldosas hayan sido abandonadas en las aceras de la calle Juan Pablo Bonet.

Y es que desde hace diez días, las vistosas baldosas han sido abandonadas desde el Centro de Gestión del Patrimonio Mundial de Aragón situado en el número 7 de Juan Pablo Bonet en la misma calle según han denunciado los vecinos de la zona. Desde el primer día, la voz se corrió entre los habitantes del lugar y la mayoría de los vecinos tienen alguna de estas baldosas en sus casas que han ido recogiendo de las aceras a lo largo de estas fechas.

PLACAS INFORMATIVAS

Las cerámicas, ahora abandonadas, fueron encargadas a la fábrica de Cerámica de Muel en el año 2003. Y en ellas se podía leer una leyenda que hacía referencia al reconocimiento de todo el mudéjar aragonés.

Las baldosas informativas estaban destinadas, en un principio, a colocarse en cada uno de los 157 monumentos mudéjares de Aragón señalados como Patrimonio de la Humanidad. Este reconocimiento fue hecho público el 14 de diciembre del 2001 en la ciudad finlandesa de Helsinki en la reunión anual del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Dos años más tarde, el 8 de febrero del 2003, el Centro de Gestión, ahora noticia, abrió sus puertas para gestionar dichos monumentos.

En el día de ayer, el Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón no confirmó si todos los monumentos aragoneses reconocidos mundialmente ya tienen colocada su placa correspondiente ni si, las ahora abandonadas, son parte de material sobrante.