"En estos tiempos todas las ayudas económicas vienen bien, pero al Ayuntamiento le pedimos que además de en lo económico nos ayude en la coordinación y, sobre todo, en la comunicación y que cuente de verdad con nosotros para programar". Así valoraba ayer el presidente de la Asociación Profesional de Salas Aragón en vivo, Tomás Gómez, la renovación del convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza, que mantiene su aportación de 60.000 euros al apoyo de los locales que programan conciertos y otras actividades culturales. Un convenio que, según matiza, "no está todavía rubricado pues nos gustaría que algunas de las otras demandas quedaran concretadas, aunque no va a haber problema para firmarlo".

El acuerdo se impulsó por primera vez en 2010 y en 2014 contará con la misma aportación económica del pasado año (60.000 euros). El convenio de colaboración se concreta en tres apartados. Un primero, enfocado a la propia coordinación y gestión de la actividad (4.000 euros). Un segundo, con el que se apoya de forma proporcional y uniforme a las 16 salas participantes --La Campana de los Perdidos, La Lata de Bombillas, La Casa del Loco, El Zorro, Arena Rock, La Ley Seca, Sala López, Teatro Arbolé, Creedence, Rock & Blues, Juan Sebastian Bar, Teatro de la Estación, Sala Z, Teatro de las Esquinas, Explosivo! y La Bóveda del Albergue-- (49.000 euros). Y, por último, un tercer apartado (7.000 euros) dirigido a eventos especiales.

"En realidad --cuenta Tomás Gómez--, la parte directa que nos toca a las salas es de entre 2.500 y 3.500 euros al año, que tocarían a 30 euros el bolo. Hoy, no se puede decir que no a nada y además, es más que lo que da la DGA por ejemplo", señala el presidente de la asociación, que entiende que es si bien la cantidad no es suficiente, si hay un esfuerzo económico por parte municipal, aunque los objetivos del colectivo es que la ayuda vaya en otras direcciones: "Buscamos que nuestras actividades se reflejen en la programación de la ciudad, en el Pilar, en los Festivales del Ebro, que algo ya se hace, pero también en el Festival de Jazz, por ejemplo. Y que cuenten con nosotros para programar, es decir, que si van a hacer un festival de jazz que nos consulten con anticipación y no que nos enteremos por internet, así podríamos reforzar la programación o, en todo caso, si el cartel era completo, ayudar no contraprogramando jazz nosotros en esas fechas, falta feedback".

Otro de los aspectos que critica Gómez es que deben aclararse una serie de cuestiones legales, "pues no es de recibo que el ayuntamiento nos apoye pero tengamos que estar continuamente pasando inspecciones por las licencias, los aforos... en eso, ayuntamiento y DGA van cada uno por un lado y todos debemos confluir".