EL GRAN ENGAÑO

AUTOR: Paul Krugman

TRADUCCION: : M. I. Campos Adrados

EDITORIAL: Crítica

Páginas: 382

Precio: 21,90 euros

Una posible faja de promoción para este libro podría decir: "Si siempre le ha gustado la sutileza de análisis de Galbraith y disfruta con la contundencia de Stiglitz, su nuevo autor de referencia es Paul Krugman". Ya se encargará el editor de añadir que a este profesor de Princeton (Nueva York, 1953), graduado en las mejores universidades de EEUU --desde el MIT a Stanford--, le acaban de conceder el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. El mérito que ha reunido es de los pocos que se acostumbran a atribuir a los economistas: desde los años 90 ha hecho predicciones que se han cumplido. La rareza, además, es que las ha suministrado en dosis asequibles --no más de cien líneas de texto-- desde que en el año 2000 empezó a publicar sus análisis de política económica en el New York Times .

Krugman, el profesor, estableció hace 25 años las nuevas bases de análisis de las relaciones comerciales a la luz de la globalización. Krugman, el articulista, empezó a explicar en 1997 por qué había crisis financieras en Asia. Luego intuyó que el fenómeno era tan extendido que podía acabar afectando a EEUU y al corazón de su sistema financiero. Lo que no se esperaba, y de ahí su mérito precursor, era que la Administración de Bush II iba a ser la apoteosis de un capitalismo salvaje incapaz de pagar las facturas de su gloria.

El gran engaño parece un simple acopio de artículos de Krugman en Fortune y el NYT . No sólo es eso, porque el autor ofrece dos aportaciones fundamentales. Una: agruparlos, con acierto, bajo los grandes asuntos que preocupan en todo el mundo (de la burbuja bursátil al déficit norteamericano). Y dos: elaborar las presentaciones adecuadas a cada capítulo para que el lector pueda comprobar tanto su soltura para hablar de economía accesible para todos como su principal objetivo: avisar de que el gran engaño ya no es sólo falsear la contabilidad pública y privada, sino que en el Gobierno de EEUU se ha instalado la extrema derecha dispuesta a cambiar las reglas de juego de la democracia.