Tiene sentido que la Mostra incluya en su programación películas dirigidas sobre todo al público y la crítica locales. Pero es probable que ni los italianos más chovinistas se expliquen la presencia en el concurso de Il giovane favoloso, de Mario Martone. Es un biopic plomizo y acartonado sobre el escritor Giacomo Leopardi, a quien el actor Elio Germano convierte en mera caricatura.

Por otro lado, un documental italiano reivindica a la bailarina argentina María Fux. Fue pionera de la danza contemporánea y participó en los movimientos de vanguardia desde los años cuarenta. Hoy, pese a sus 92 años, sigue dando clases de danzaterapia en su estudio.