La Compañía Nacional de Teatro Clásico trae al escenario del Teatro Principal de Zaragoza, desde este viernes y hasta el domingo, la representación de la obra de Lope de Vega "El castigo sin venganza", una obra de senectud del escritor madrileño en la que demuestra todo su saber sobre la tragedia.

"Quizá es la obra más dura y sin salida de Lope. No deja ni una pizca de esperanza", ha explicado en la presentación el actor Joaquín Chamarro que encarna el papel principal del Duque de Ferrara, junto a Beatriz Argüello (Casandra) y Rafa Castejón (Federico).

El gerente del Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen, Víctor López, ha calificado de un honor para la programación del recinto zaragozano contar con este "espectáculo" que dirige Helena Pimenta, quinen no ha podido asistir por enfermedad, que se enmarca en el protagonismo especial que se le quiere dar a la mujer durante el mes de marzo, y que presenta "un impresionante elenco".

Chamarro ha explicado que Lope escribió esta obra con "sentido amargo de la vida" y que con la dirección de Pimenta se cuenta desde el punto de vista femenino y "con otra forma de enfocar a los personajes" en la que se demuestra que el poder corrompe, destroza y arrasa y como "el poderoso lo arrasa todo".

"Es una función que no es difícil de ver para el espectador, pero que invita a pensar. El teatro tiene la ventaja de que cuando se acaba se puede reflexionar", ha zanjado.

Sobre la obra ha comentado que se ha representado en Madrid con notable éxito desde el pasado otoño hasta el mes de febrero tras "más de dos meses de ensayos".

Por su parte, Beatriz Argüello ha defendido que es una tragedia "magistralmente" escrita por Lope en la que se huye "de los estereotipos del ser humano ante su incapacidad de controlar sus sentimientos" y en la que "no hay buenos ni malos".