«Que me lleven rápido al hospital, que me estoy muriendo». Esas fueron las últimas palabras que pronunció Iván Fandiño antes de fallecer justo después de que fuera corneado por un toro en la plaza francesa de Aire Sur L’Adour. Y es que la gravedad del percance se advertió casi en el mismo momento en el que las cuadrillas trataron de levantarle del albero, momento en el que Fandiño le lanzó ese grito desesperado al matador francés Thomas Dufau.

Los médicos que le atendieron nada pudieron hacer por su vida, según el profesor Poirier, jefe de servicios del hospital Layné de Mont de Marsan que confesó ayer que Fandiño entró a la enfermería «prácticamente sin pulso, el hígado le había reventado y la vena cava había sido también seccionada» por el pitón de Provechito, de la ganadería de Baltasar Ibán.

Fandiño, de 36 años casado y con una niña de 2 años, murió en el traslado en ambulancia entre Aire Sur L’Adour y Mont de Marsan, en el transcurso de los 33 kilómetros que separan ambas ciudades, tras no superar un segundo paro cardiaco y después también de sufrir un importante derrame interno, que le llevó a acumular «tres litros y medio de sangre negra proveniente de las glándulas hepáticas», remarcaba Pairier.

Múltiples reacciones

La defunción fue certificada alrededor de las 21.30 de la noche, hora española, casi noventa minutos después del fatal percance, aunque el galeno francés insistió en que la muerte era «inevitable», pues los daños que sufría en hígado, riñón y pulmones eran «irreversibles» y ni en la enfermería de la plaza ni el hospital hubieran podido hacer nada por salvarle.

Centenares de mensajes de condolencias poblaron las principales redes sociales. Los primeros fueron los Reyes de España: «Nuestro sentido homenaje y nuestro recuerdo para Iván Fandiño, gran figura del toreo», aseguraban Felipe y Letizia a través del twitter de la Casa Real. También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y varios de los ministros.

La familia del toro ha sido la más apesadumbrada. Prácticamente todos sus compañeros de profesión han mostrado desde el sábado «consternación» por la triste noticia. Desde Enrique Ponce, que calificó a Fandiño de

«torerazo» a otras figuras del toreo como el francés Sebastián Castella, Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera, Roca Rey, o Rivera Ordóñez. Amigos personales como el Fandi, Manuel Escribano, el mexicano Joselito Adame, Curro Díaz, Antonio Nazaré, Rafaelillo, Diego Urdiales o Juan de Castilla, quien consideraba a Fandiño como su «mentor». Manzanares incluso suspendió su participación en una corrida en Torrejón como homenaje al fallecido.

Los restos mortales de Fandiño fueron trasladados a última de hora de ayer al tanatorio de Amurrio donde será velado, hasta recibir el último adiós hoy en la Orduña (Vizcaya).