Miguel Mena ha presentado este miércoles en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza 'Canciones tristes que te alegran el día', un libro en el que el periodista y escritor vuelve a hacer gala de su talento para encontrar historias escondidas a veces bajo la maleza. Como ya hizo en cierta forma en 'Piedad' (publicado en el 2008), el locutor de Radio Zaragoza mezcla el periodismo con su propia vida, anécdotas aparentemente mínimas con sucesos históricos como el atentado de la casa cuartel, para sumergirse en las profundidades y emerger con 20 relatos llenos de emoción pero huérfanos de sentimentalismo. «Huir de eso me sale solo. Creo que es también por ese tono periodístico; quiero presentar lo hechos y si la emoción llega que sea sobre todo por lo que me cuenta la gente», explica.

Como él mismo reconoce, 'Canciones tristes que te alegran el día' -un libro que se iba a presentar poco después de que en marzo irrumpiera la pandemia- recuerda en la forma y en el fondo a 'Piedad'. Las temáticas, por ejemplo, son las mismas: la familia, el amor, la violencia, la casualidad, la música, la discapacidad... «Lo considero una especie de segunda parte de Piedad, con la diferencia de que aquí los relatos son más largos; pero el esquema es el mismo y por ejemplo también mezclo fotos con los textos», apunta Mena.

Detrás de la puerta

Su nuevo libro, además, vuelve a estar impulsado por su curiosidad innata, esa que le lleva a encontrar oro puro tras tirar del hilo con tesón. «Todas las historias parten de esa curiosidad casi infantil de querer saber qué hay detrás de la puerta, de una foto o de una lápida. Tengo 61 años pero no se apaga, cada día crece más en mí y me lleva a indagar sobre cosas a veces olvidadas», destaca el escritor, que lleva desde el año 1983 afincado en Zaragoza.

Es esa curiosidad la que le ha llevado ahora a reunir 20 relatos-reportajes (la mitad de ellos inéditos) que nacen de su propia experiencia, del azar o de sucesos difíciles de olvidar para cualquier zaragozano. Este es el caso por ejemplo de 'Lo que pudo haber sido', en el que Mena rescata del olvido a una de las víctimas del atentado de la casa cuartel de Zaragoza, o de 'Señales de humo', donde cuenta la historia del futbolista José Ramón Badiola, que estaba en el hotel Corona aquel fatídico día de julio de 1979.

En otro de los relatos, Mena narra la historia del joven oscense Josefo Alcazo, asesinado en Madrid en 1979 por el grupo de ultraderecha Fuerza Joven. «Cuando me enteré de que era de un pueblo de Huesca me puse a indagar. Encontré el teléfono de uno de los autores del asesinato y le llamé. Estaba acojonado y muy nervioso, y lo más fuerte fue comprobar que ni se acordaba del nombre del joven al que mató. En el fondo, en este relato hablo un poco de mi juventud durante la Transición española, donde vivíamos rodeados de violencia, y quería también rendir un homenaje a las víctimas olvidadas de esa época», subraya.

En 'Canciones lejanas' redescubre la historia de Los 3 Carino, un grupo aragonés de música ligera que también inspiró su novela anterior 'Canciones ligeras' (2019). La parte central de su nuevo libro, que se ha presentado en las Esquinas con actuación incluida de los músicos Nerea Gimeno y Andrés Campos, está compuesta por relatos «más autobiográficos» en los que narra experiencias propias o de su familia. Es el caso de 'Niños para siempre', un recuerdo a su padres, o 'Querido por todos', donde cuenta los abusos que sufrió de adolescente y cuyas primeras líneas son estremecedoras: «La primera persona que se encaprichó de mí fue un religioso marianista de 42 años; yo por entonces tenía 13».

En su nuevo libro, compuesto por diferentes relatos que ha ido escribiendo en los últimos 20 años, Mena también habla de su hijo Daniel, que padece el síndrome de Angelman. «Dani me ha enseñado sobre todo a aceptar la vida como viene y a conocer más a fondo la discapacidad. Me sigue sorprendiendo cómo muchas personas con limitaciones disfrutan mucho más de la vida que gente que lo tiene todo, cómo exprimen la vida», subraya el escritor.

El «drama» de la pandemia

De una u otra forma, Mena está presente en cada uno de estos 20 relatos y eso ya es mucho teniendo en cuenta que ya es uno de los nombres clave de la cultura y el periodismo en Aragón.

Ahora, con todo esto de la pandemia, reconoce sentirse «triste» (más aún tras el fallecimiento de su buen amigo Joaquín Carbonell), pero tiene claro que, «como cualquier drama, esto va a generar muy buena literatura y muy buen cine»: «Eso sí, para escribir de cosas tan fuertes como las que están pasando necesito el paso del tiempo».