Sin atascos y con circulación ágil. No es la autopista en plena operación salida, sino el estado de las filas que se formaron ayer con motivo de la segunda fiesta del cine en las distintas salas de Zaragoza.

Niños con sus padres, parejas jóvenes y adultas, gente de avanzada edad, etc. reflejaban la pluralidad social que caracteriza esta festividad de la gran pantalla en los 350 cines adheridos a esta iniciativa en todo el Estado, por la que se paga 2,90 euros por una entrada. Un importante descuento que se comprueba en la gran afluencia.

Los estrenos del momento, Ocho apellidos vascos, El gran hotel Budapest y Capitán América fueron los títulos que cosecharon mayores éxitos.

Esta edición de la fiesta del cine, la primera de 2014, que se celebra desde ayer y hasta el miércoles, tiene una particularidad con respecto a las anteriores. En esta ocasión, los espectadores tiene la posibilidad de descargarse por Internet una acreditación que les evite hacer cola, tal y como ocurrió en la edición anterior, celebrada en octubre. "Esta fiesta es una gran idea" se podía oía ayer en las inmediaciones de los cines Palafox, en pleno centro de Zaragoza. Así lo cree Víctor Muñoz, un operario de Balay que se acercó ayer hasta estas salas. "Es una buena iniciativa porque fomenta que la gente vaya más al cine por un precio menor". Y eso en tiempos de crisis "se agradece", concluyó.

En estos tres días, los cinéfilos están de suerte. Cuando el precio normal de una entrada no baja de los 6 euros en ninguna sala, poder ver una película por menos de la mitad del precio habitual "es un homenaje", como decían algunos fieles. Como María Ángeles López, profesora que ayer fue a ver La ladrona de libros. "Estuve en la anterior edición de la fiesta del cine y he repetido porque merece la pena". No es algo excepcional en ella ir al cine, raro es el miércoles que no acude a alguna sesión.

Tras la buena acogida, quedan dos días por delante para disfrutar deiniciativa, reclamo para unos, homenaje para otros.