En medio de inesperados desarreglos protocolarios, el tercer Congreso Internacional de la Lengua Española comenzó ayer en la ciudad argentina de Rosario con una reivindicación de la diversidad y el diálogo y con la mirada puesta en las oportunidades y desafíos que depara la globalización para un idioma compartido por 400 millones de personas.

Aunque con matices y diferentes tonos, una misma línea argumental recorrió los discursos de apertura escuchados en un Teatro El Círculo celosamente custodiado. "Todas las lenguas --dijo el rey Juan Carlos-- son en mayor o menor grado mestizas y el castellano, que lo fue desde su configuración inicial, se hizo español ensanchando precisamente su mestizaje".

El español, agregó, ya en referencia al presente, "lo hacemos entre todos, y es de todos". Juan Carlos valoró en ese sentido "la riqueza del plurilingüismo" y la decisión del tercer Congreso de haber reservado espacio para estudiar la "fecunda relación del español en América con las numerosas lenguas indígenas, y del castellano con las otras lenguas de España".

"Todo lenguaje ilumina a otro lenguaje", resaltó por su parte el escritor mexicano Carlos Fuentes. El autor de Terra nostra, avezado halagador de su público, que lo tenía entre los invitados, llamó a escuchar las "lenguas originarias" de América y recordó que la continuidad cultural que tiene desde hace cinco siglos no encuentra su correspondencia en el plano económico y social. "Hambre, desempleo, ignorancia, discriminación", enumeró.

TEORIAS FALACES

El Premio Cervantes aprovechó también el escenario del teatro El Círculo para continuar su diatriba anti-Bush, que ya tiene formato de ensayo, y lanzar sus dardos contra el polémico libro de Samuel P. Huntington, El reto hispánico , en el que se considera a los latinoamericanos un "peligro" para el sueño americano al no hacer carne sus valores.

Fuentes habló de "teorías falaces" como el "choque de civilizaciones" y el "fin de la historia". "El contagio y la asimilación son inexorables", finalizó entre aplausos.

Para el novelista argentino Héctor Tizón la palabra es una de "las maneras más formidables de resistencia" contra una globalización que en este continente, dijo, ya ha sido conocida bajo las formas de las naves inglesas, "la espada, la cruz y el tratado (de Gramática) de Nebrija", afirmó.

El presidente argentino Néstor Kirchner llamó a defender "nuestra identidad" y dejó entrever lo difícil que es desligar sus debates del contexto político y los efectos que provocan la pobreza y la exclusión en el habla cada vez más acotado de millones de latinoamericanos. "Hoy, a pesar de las dificultades, a pesar del largo camino que le queda por recorrer al subdesarrollo, América está pletórica de esperanzas y da calor a nuestros sueños de cambio", concluyó Kirchner.