Del diálogo establecido entre los pintores Santiago Arranz (Huesca, 1959) y Hassan Bourkia (Beni Mellal, 1956) en torno a la obra de Juan Goytisolo, nace Desplazamientos, una reflexión sobre las literaturas del exilio con motivo de una residencia artística en la ciudad marroquí.

Lorca en Nueva York, Mallado en Colliure, Stefan Zweig en Brasil, María Zambrano en México, Puerto Rico y Cuba son algunos de los autores que se han dado cita en este encuentro entre las artes. El Instituto Cervantes de Marraquech muestra desde mañana y hasta el 17 de mayo una colección de obras del artista aragonés Santiago Arranz, nacidas a partir de esa cita: No hay fronteras para los pájaros, 20 dibujos realizados a tinta sobre papel, así como de una instalación, Desterrados, inspirada en la obra de María Zambrano, El exilio como patria.

Arranz, en esta su segunda exposición en Marraquech que ha titulado Desplazamientos, vuelve a representar el tema del exilio a través de obras de escritores que lo vivieron en primera persona, como ya lo hizo anteriormente en obras dedicadas a Goytisolo o Lorca. La elección de la filósofa María Zambrano pone de relieve el exilio en la mujer, del que también formaron parte otras auotras como Rosa Chacel o Carmen Laforet.

No hay fronteras para los pájaros es un jardín de la diversidad. Los dibujos, realizados por puntos en tinta negra, representan el vuelo de los estorninos y la belleza de sus dibujos en el horizonte. Desterrados, por su parte, consta de 12 casas construidas en madera y tela, en las que Arranz ha dibujado a lápiz raíces para representar la fragilidad de los supervivientes del exilio en esa metáfora visual de levantar la casa y vagar por el espacio.