El silbo vulnerado, compañía teatral especializada en la trasmisión oral de poesía, estrena este viernes (21 horas) en el Teatro Arbolé de Zaragoza la obra para todos los públicos Vuelve Berta Singerman, en homenaje y recuerdo de aquellos actores y actrices que elevaron el arte de la recitación poética. La obra cuenta con la actuación de Carina Resnisky en el papel de Berta Singerman, la mejor recitadora de todos los tiempos, conocida con el sobrenombre de la lira viviente, y de Luis Felipe Alegre como César.

La acción transcurre en México, en 1960, donde la célebre declamadora argentina Berta Singerman se encuentra con el rapsoda español César Navarro. Transcurridos 20 años tras la guerra española, los ánimos entre los exiliados en México cansados del atentismo -ver y esperar- están encrespados. Berta Singerman regresa a México para ofrecer sus acostumbrados recitales pero encuentra cierta hostilidad entre sus valedores españoles, algunos de los cuales se toman a mal que la célebre actriz argentina haya vuelto a actuar en España.

Berta, junto a su esposo y representante, Enrique Stolek, urden un plan para demostrar su apoyo a las causas democráticas en general y a los republicanos españoles en particular. En la ficción, Berta intenta convencer al actor César Navarro para presentar conjuntamente un repertorio de poesía en la capital mexicana. La sola presencia en escena de Navarro, garantiza el respaldo a su trayectoria por parte del exilio español.

Desde la segunda década del siglo XX, Berta Singerman (Minsk, Imperio ruso,1901-Buenos Aires, Argentina, 1998) fue aclamada en países de habla española y en otros muchos como Brasil, Estados Unidos, o Francia. Tras sus primeras giras por América, su debut en Madrid causó conmoción entre escritores y aficionados. Berta Singerman no sólo ha sido recitadora, sino también actriz de teatro y de cine, y es esa condición de intérprete de lo escrito lo que prevalece en ella. Para afianzar el recuerdo, quedan algunas de sus películas, algunas de sus grabaciones: todas son aleccionadoras, envuelta en su túnica blanca, tratando de prevalecer sobre los años, dando testimonio de un gran tiempo literario”.