ARTISTA: The Sadies

LOCAL: La Lata de Bombillas

FECHA: Viernes, 24 de enero

ASISTENCIA: Aforo completo

Creo recordar que desde 2009 la banda canadiense The Sadies no había vuelto a pisar los escenarios zaragozanos. Vino en aquella ocasión acompañando al expunk y rockero con raíces John Doe, con quien había grabado el disco Country Club, en una velada en la que también actuó The Handsome Family. El concierto fue en La Casa del Loco, que celebraba uno de sus aniversarios, y tan flamante cartel no reunió lamentablemente a más de 150 personas.

El viernes, la banda de Dallas y Travis Good volvió a la ciudad en solitario para descargar su anfetamínica americana en La Lata de Bombillas. Puso el cartel de no hay billetes (no era difícil lograrlo, dada la capacidad del local), pero proporcionalmente supuso que tuvo más espectadores que en 2009. Algo es algo.

The Sadies son algo así como The Ramones del country (neocountry, americana o como demonios lo queramos llamar): rasmia, energía, velocidad y emoción.

Técnicamente impecables y muy hábiles para sacar a las guitarras eléctricas sonoridades próximas a instrumentos como el dobro, estos tipos van, no obstante, más allá de la taxonomía más aparente para recalar en afilados sonidos de garaje, ambientes fronterizos, devaneos surf, cadencias cajun y otros aromas del especiero sonoro de las músicas norteñas de raíz.

El viernes, arropados por el entusiasmo de un público al que le habría gustado que la actuación durase tres o cuatro horas, The Sadies armó un programa con canciones de Internal Sounds, su álbum más reciente, piezas más antiguas y conocidas, y alguna revisión (excelente) de temas ajenos como There's A Higher Power, composición que los muy temerosos de Dios The Louvin Brothers incluyeron en su disco Satan Is real (1960). Una gran broma de unos arrebatadores músicos que tocan como los ángeles y encandilan como demonios.