La documentación incautada a ETA el pasado 3 de octubre ha desvelado que el máximo dirigente de la banda, Mikel Albisu, Antza --arrestado en esa misma operación-- había ordenado asesinar a los gendarmes franceses que colaboraran en la lucha antiterrorista en el sur de Francia.

Según los papeles encontrados, ETA tenía listas las fotos de las futuras víctimas y los comandos encargados de matarlas poseían sus direcciones y conocían sus recorridos habituales.

La policía francesa volvió ayer a registrar el escondite que ETA utilizaba como caja fuerte en la localidad de Saint-Pierre d´Irube y que fue descubierto el pasado día 3. En el zulo , conocido como Txori (pájaro), no había dinero, aunque su identificación deja al descubierto uno de los secretos de la banda, que hasta ahora sólo era conocido por el estrecho círculo de la dirección etarra.

NUEVOS REGISTROS Además, siete de los detenidos el día 3 fueron trasladados ayer a sus domicilios para asistir a nuevos registros. La policia visitó también la vivienda de Antza y Anboto , pero sin su presencia.