ETA "tuvo un papel en los atentados de Madrid". Esta es la convicción del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, manifestada ayer a los diarios Corriere della Sera y La Stampa . Esta versión de los hechos coincide con el resumen de un informe publicado el pasado sábado por el diario económico Il Sole-24 Ore , en el que el contraespionaje italiano defendía la tesis de una vinculación concreta entre ETA y Al Qaida, establecida en Irak, donde todavía se encuentran vascos "camuflados de personal humanitario".

Los argumentos que convencen a Berlusconi sobre el papel de ETA en el 11-M son "la técnica refinada de los atentados, la contemporaneidad de los mismos, la elección del momento" y los "sospechosos olvidos de los terroristas que dejaron rastros en varios lugares". "Esta historia no me convence", afirma Berlusconi al final de unos razonamientos en los que manifiesta su perplejidad por la mochila con el portátil dejada en un vagón, los casetes con versos del Corán dejados en una furgoneta que tarde o temprano sería descubierta.

A la objeción de que también los terroristas que atentaron contra las Torres Gemelas dejaron rastros de su paso, responde que "en aquella circunstancia se trató de una acción kamikaze y, por lo tanto, a los autores no les importaba dejar pruebas por ahí".