No hubo tablas. Josep Borrell doblegó anoche a Jaime Mayor Oreja en el primer round televisivo de las elecciones europeas. El cabeza de lista del PSOE para la Eurocámara exhibió un discurso de encendida vocación europeísta, sólido y bien articulado, frente a la defensa a ultranza que hizo su rival de los intereses de España, como si éstos se contrapusieran a los del proyecto europeo.

Se trató del primer cara a cara televisivo de dos candidatos a unas elecciones de ámbito nacional desde 1993, cuando el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, se enfrentó a José María Aznar, también en Tele 5. Pese a que el debate de ayer, de 50 minutos de duración, tenía un formato que impedía el cuerpo a cuerpo, Mayor y Borrell protagonizaron un debate vivaz e ilustrativo de sus respectivas posiciones, moderado con severidad por el director de informativos de la cadena privada, Juan Pedro Valentín.

Borrell utilizó la guerra de Irak para atacar a su contrincante, a quien acusó de sumisión a George Bush y de haber contribuido a la división de la UE con su apoyo incondicional a Washington. Mayor eludió entrar al trapo del conflicto iraquí y replicó que los causantes de la fractura europea fueron los mandatarios de Francia y Alemania.

Mayor intentó arrastrar la discusión al ámbito doméstico, en concreto a la lucha contra el terrorismo y el modelo de Estado. Resaltó los "éxitos" de los gobiernos del PP en materia antiterrorista y económica, y dijo que ambas experiencias son trasladables a Europa. Sobre la UE y la Constitución europea, Mayor acusó a Borrell de no ser capaz de defender la "fortaleza" de España por carecer, dijo, de un "proyecto" de Estado.

Las intervenciones que cerraron el debate ilustraron sus posturas. "Nos vamos a partir la cara por los intereses de los españoles", acabó Mayor. Su rival pidió el voto por "una Europa fuerte, social, laica, defensora de la paz, capaz de compensar el exceso de potencia de EEUU".

Dos visiones encontradas sobre el terrorismo

Aunque el primer bloque del debate estaba destinado a hablar de libertades, seguridad y política exterior, Mayor no habló más que de terrorismo, que describió como el "primer problema" de la UE. El candidato popular alardeó de que el Gobierno del PP ha hecho más en la lucha antiterrorista que ningún otro en España y proclamó que esa experiencia es "exportable" a Europa, a diferencia de la de los gobiernos socialistas.

"Usted no tiene el monopolio de preocupación por las víctimas", replicó Borrell. Frente a la tesis de Mayor de que el terrorismo es el principal problema de Europea y de que hay que combatirlo sin considerar sus causas, el candidato socialista subrayó que el terrorismo "islámico" es "uno de los grandes problemas" y tiene sus raíces en Oriente Medio. Desde esa premisa, acusó indirectamente a Mayor de ser cómplice de este tipo de terrorismo. "Usted apoya incondicionalmente a Bush y Bush apoya a Sharon", dijo en referencia al primer ministro israelí y la situación palestina.

Borrell defendió que la Unión Europea tenga una "voz única" en política exterior frente al "exceso de potencia" de Estados Unidos; acusó al anterior Gobierno del PP de dividir a Europa por cuenta de la guerra de Irak y preguntó a su rival si estaba "orgulloso" de la cumbre de las Azores, en la que Bush, José María Aznar y Tony Blair promovieron la invasión del país árabe.

El candidato popular acusó a su vez a Borrell de "engañar" con su afirmación de que el Gobierno de Aznar fracturó a la UE.

La cuestión nacionalista y la cuota de poder en la UE

Mayor intentó perdigonear a Borrell nada más abrirse el bloque del debate reservado a debatir sobre España y la Constitución Europea. El conservador dijo que "lo importante es tener un proyecto de España para ser fuertes en Europa", e inquirió a su rival: "¿Cuál es el suyo? ¿El de Maragall? ¿Es el de la mayoría, o es el de los nacionalistas?". Y se refirió al plan hidrológico, y acusó al Gobierno del PSOE de haberlo retirado, "negando el agua a Murcia" para "pagar las hipotecas nacionalistas".

Borrell ironizó con que era "la primera vez" que alguien lo identificaba con "los nacionalismos periféricos" y espetó que el PP no llevó "ni una gota de agua a Murcia en 8 años". Después, se concentró en acusar al Gobierno de Aznar de haberse dedicado "a bloquear" la Carta Magna europea. "En el fondo, esta Constitución no les gusta", aseguró.

El candidato socialista dijo que, como miembro de la convención que ha redactado la Carta Magna europea, sólo recuerda dos contribuciones del PP en el texto. La primera, insistir en introducir una referencia al cristianismo que "no está en la Constitución española", y la otra, haber intentado "colar de rondón la filosofía del decretazo" junto al Reino Unido y Estonia. Pese a la alusión de Borrell, Mayor eludió ayer mencionar la referencia religiosa en la Carta Magna, pese a que ha hecho de ésta uno de los caballos de batalla de su campaña.

Borrell también afirmó que el acuerdo de Niza sobre el reparto de poder en la UE, que Mayor defendió con vehemencia como la mejor manera de salvaguardar los intereses de España en Europa, "es malo", porque sólo puede contentar a "los euroescépticos" que desean "la parálisis" de las decisiones.

Pullas por la gestión de Aznar y González

Borrell y Mayor se echaron en cara la gestión de los gobiernos de sus respectivos partidos a la hora de debatir sobre la política económica y social que debe aplicar a partir de ahora la UE. El candidato del PP apostó por exportar a Europa los méritos que a su juicio consiguieron los ocho años de gobierno de José María Aznar. Según él, estos logros son, sobre todo, haber sido capaz de crear "cinco millones de empleos" y haber hecho avanzar a España ocho puntos en convergencia económica respecto al conjunto de Europa. Por eso, aprovechó para preguntar con tono inquisitivo a Borrell: ¿Cuántos parados dejaron ustedes y cuál fue el déficit de la Seguridad Social".

Borrell contratacó negando que la convergencia con Europa hubiera sido mayor en la etapa del PP y, en cambio, aseguró que, con Aznar, España "ha divergido" en materia social. Citó las pensiones, la sanidad o el incumplimiento de los criterios medioambientales de Kioto.

Dijo que el PP quiere trasladar a Europa el empleo precario y las viviendas inasequibles. "No debe ser casualidad que los gobiernos aliados de Bush sean a los que más les gusta el modelo neoliberal", dijo, para subrayar que el PSOE, además de bienestar económico, cree en "la cohesión social" como pilar de la UE.

Borrell criticó que Aznar llamara "pedigüeño" a Felipe González cuando España logró bajo sus gobiernos unos fondos de cohesión que han supuesto, aseguró, el 50% de la aportación del Plan Marshall a Europa.