La Comisión de Régimen Disciplinario de Ciudadanos (Cs) ha decidido la expulsión del presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, "tras incumplir las directrices del partido" porque ocultó que está siendo investigado por la presunta comisión de un delito de prevaricación al adjudicar el servicio de grúas de la ciudad.

Según una nota de esa formación, "dicho expediente disciplinario se abrió el pasado 12 de marzo y quedó resuelto el pasado martes día 30". "Cs manifiesta que los principios e ideario del partido son un marco inquebrantable", agrega el comunicado.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha dicho en un acto de la precampaña electoral de Madrid que "es una decisión que ha tomado el comité de régimen disciplinario del partido aplicando de forma escrupulosa los estatutos". Preguntada si la expulsión tiene que ver con supuestas irregularidades en los servicios de grúas de Melilla, Arrimadas ha contestado que se debe a diversas circunstancias y que la decisión no ha sido de la Presidencia ni del Comité Ejecutivo, sino del órgano disciplinario.

Los naranjas pierden así su cargo de mayor rango territorial, ya que Castro ocupaba la única presidencia autonómica del partido.

La fiscal jefe de Melilla denunció al dirigente de Cs por un presunto delito de "prevaricación administrativa" y a los exconsejeros de Hacienda Julio Liarte y de Presidencia Paula Villalobos ambos también de Cs, por supuestas irregularidades cometidas en la concesión del servicio de grúa de Melilla, y pide que declaren ante el juzgado en calidad de investigados.

La fiscal jefe tomó en consideración una denuncia ciudadana en la que se exponían las presuntas irregularidades cometidas por las tres autoridades cuando acabó el contrato mayor adjudicado a un empresario, dejando a la ciudad sin servicio de grúa por un tiempo hasta la concesión del mismo a un familiar del vicepresidente de Melilla y un posible daño a las arcas públicas de más de cinco millones de euros.