Tanto Sevilla como su número dos en Administraciones Públicas, José Luis Méndez, han detectado varios puntos de consenso en las posturas de todas las autonomías, al margen de su signo político. Junto al grave problema del déficit sanitario, a todas les interesa tener una representación directa en los consejos de ministros de la UE. Y a todas les inquieta la tendencia del Estado a atribuirse en exclusiva competencias que son concurrentes con las de las autonomías. Estos son algunos de los asuntos a debatir en la Conferencia de Presidentes.

El Ejecutivo reconoce que la inmigración, por ejemplo, no era un problema cuando se redactó la Constitución, en 1978. Pero ahora sí lo es, ya que las autonomías deben prestar servicios a los inmigrantes sin poder participar siquiera en sus procesos de regularización. Ayer mismo, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, abrió puerta al traspaso a Canarias de atribuciones sobre la concesión de permisos de trabajo y de residencia a los inmigrantes.

Fuentes de Administraciones Públicas apuntan también que en las próximas semanas, en vísperas de la cumbre de presidentes, podría cerrarse un acuerdo sobre la representación autonómica en Bruselas, aunque la presencia directa en los consejos de ministros puede quedar bastante limitada.