Manuel Moix ha dimitido como fiscal jefe de Anticorrupcióntras haber salido a la luz que posee el 25% de una empresa radicada en Panamá. La dimisión se produce por "motivos personales", ha dicho el fiscal general del Estado, Jose Manuel Maza, quien ha subrayado que la renuncia era "irrevocable" y que no "pudo convencerle". Maza, que subrayó que Moix no había realizado ninguna ilegalidad ni irregularidad, ha avanzado que convocará el consejo fiscal para que la sustitución se produzca cuanto antes.

Aunque el propio fiscal aseguró el martes que no veía incompatible el hecho de ser copropietario de una sociedad 'offshore' con su cargo público, ha acabado renunciando. Aun así, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, había afirmado este miércoles que no veía necesario ni abrir un expediente al fiscal, ni siquiera preliminar. El Gobierno dejó en manos de Maza el futuro de Moix. Tanto la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como el ministro de Justicia, Rafael Catalá, señalaron que correspondía al fiscal general tomar esa decisión. La oposición en bloque había pedido su destitución.

Tras destapar el escándalo el digital 'Infolibre', Moix aseguró haber cumplido con todas las obligaciones fiscales en relación a la empresa, que heredó de sus padres junto a sus tres hermanos y cuya única propiedad es un chalet en el municipio madrileño de Collado Villalba, valorado en 570.000 euros. El fiscal aseguró que no habían liquidado la sociedad porque no pueden hacer frente a los gastos, y que está en venta pero no han encontrado comprador.

Después de que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijera el martes desde Portugal que continuaba confiando en Foix, Moix se quedó al día siguiente más solo, hasta el punto de que los fiscales conservadores que le auparon al cargo le pidieron que pusiera su cargo a disposición del fiscal general del Estado.