Hasta ahora se habían inaugurado obras a medio gas, como el AVE Madrid-Zaragoza-Lérida. O con goteras, como el estadio Olímpico de Montjuïc. Pero nadie se había atrevido nunca a estrenar una instalación un año antes de su entrada en servicio. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, lo hicieron ayer sin sonrojo con la ampliación de Barajas.

La reforma que convertirá al aeropuerto madrileño en el "más importante y más operativo" de Europa en palabras del ministro, no podrá abrirse al público hasta el primer trimestre del 2005. Hasta entonces sólo pueden contemplarse las paredes desnudas de las dos terminales que permitirán al aeródromo doblar su capacidad. No hay ni un sólo mostrador.

"Cómo los dos se van, querrán dejar constancia de la obra hecha", apuntaba comprensivo un alto cargo de AENA, no sin reconocer que "sus sucesores se verán obligados a reinaugurarla".

Las esculturas

El único mobiliario instalado en los 60.000 metros cuadrados del magnifico edificio levantado por Richard Rogers son las tres esculturas de Manolo Valdés compradas a la galeria Marlborough, dirigida por María Porto, la novia de Cascos. Lejos de esconderlas, el ministro ordenó que se colocaran en un lugar privilegiado, lo que obligó a las autoridades, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre incluidos, a fotografiarse a su vera. En el discurso posterior se atribuyó "el honor de haber promovido a través de la Fundación AENA que las Tres Damas estén aquí".

Hay que reconocer que inaugurar algo inacabado tiene su mérito. Y si no que se lo pregunten al servicio de seguridad de la Moncloa, que llegó tarde y con la lengua fuera: "Nos hemos perdido. Esto es un lío". No había ni un indicador.

El traslado en el trenecito que unirá las dos terminales también tuvo miga. Al poco de partir se paró sin más. A Cascos, los trenes no se le dan muy bien, pensamos, indulgentes. Pero los altavoces advirtieron: "El tren se ha detenido debido al tráfico". Era una cinta pregrabada, claro. Cuando logró arrancar, el altavoz aconsejó: "Agárrense a los asideros". El cargo de AENA reconoció que había que cambiar la cinta porque "el locutor es chicano".

En la carrera por inaugurar todo lo posible antes de abrir oficialmente la campaña electoral, la próxima semana le esperan al presidente otras tres inauguraciones en Madrid: dos autopistas radiales y un tramo de la M-50. Y el miércoles día 18 colocará las dos primeras piedras del trasvase del Ebro en Murcia y Almería.