Hace poco más de un año Oriol Junqueras y Pablo Iglesias se reunían en casa de Jaume Roures. Ayer por la tarde se volvieron a ver, pero en la prisión de Lledoners. Muchas cosas han cambiado en todo este tiempo. El líder morado ha pasado a ser el principal aliado del Gobierno español mientras que el exvicepresidente catalán cumplirá en apenas dos semanas un año encarcelado. Sobrevolando la prisión, la idea que ya planteó en su día Xavier Domènech y que ha vuelto a poner sobre el tapete Ada Colau: una entente para apoyar las cuentas del Estado, Generalitat y ayuntamiento. Pero tanto, sobre los presupuestos estatales, Junqueras como Iglesias han querido lanzar un mensaje a Pedro Sánchez después de su reencuentro. O se mueve por los presos, o no tendrá cuentas.

«Junqueras ha transmitido sobre los presupuestos que ERC no se sentará en ninguna mesa de negociación si no hay las condiciones. Si el Gobierno no hace un movimiento no nos sentaremos», ha explicado Joan Tardà, portavoz republicano en el Congreso, que ha asistido en la reunión junto al presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià. Mientras Tardà ha hablado de «instar a actuar a la Fiscalía», desde Madrid el vicepresidente Pere Aragonès planteaba los «diferentes mecanismos» que tiene el Gobierno español para demostrar su compromiso con los presos, poniendo el acento en que están personados en la causa del 1-O a través de la Abogacía General del Estado. «Hay buenas palabras de ministros diciendo que no están de acuerdo con la prisión preventiva, lo valoramos. Valoramos las buenas palabras y esfuerzos de Pablo Iglesias, pero se tienen que trasladar los hechos porque hay personas que continuan en prisión», comentó Aragonès en la cadena SER después de reunirse con la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño.

ERC, como comentó Tardà, ha agradecido el gesto de Iglesias y ha calificado el encuentro entre el podemista y Junqueras (que ha durado dos horas y media) como una «reunión útil y con buena buena sintonía». El líder morado, que fue acompañado de la portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Lucía Martín, y del teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, compartió el mismo análisis tras pasar cuatro horas en el centro penitenciario. «No quisiera tener que volver a la cárcel para tener que hablar con adversarios políticos». Además de hablar largo y tendido con Junqueras también quiso ver al resto de presos independentistas que están confinados en Lledoners: Jordi Cuixart, al que ya visitó en verano, y también Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull.

«Hemos podido hablar de economía, política y derechos y libertades», reflexionó Iglesias sobre su reencuentro con Junqueras, en el que volvieron a constata la sintonía. El secretario general de Podemos afirmó que su formación y ERC están «de acuerdo» en lo fundamental de las medidas económicas que se deberían aplicar, aunque consideró que «todavía es pronto para que puedan haber las condiciones para hablar de presupuestos». En este momento decidió pasarle el testigo a Sánchez. «Podemos negocia en nombre de Podemos, el grupo confederal en nombre del grupo confederal y al Gobierno le toca ahora hacer gestos (...). Nos hemos movido ya, contribuyendo al diálogo y a la distensión para que haya acuerdos políticos, pero ahora al Gobierno le toca moverse», comentó.

Horas antes, en una entrevista en Espejo Público de Antena 3, había apuntado que «no parece muy sensato pedirle a un Gobierno que presione a la Fiscalía». Tras salir de prisión prefirió no mojarse sobre qué papel debería tener este estamento. La semana que viene está previsto que el Supremo abra juicio oral, por lo que tanto la Fiscalía como la Abogacía tendrán que dar a conocer sus planteamientos.

El PP anunció ayer que vetará los Presupuestos en el Senado, lo que obligará a Sánchez a garantizar la mayoría absoluta en el Congreso para poder neutralizar el veto. El portazo popular en la Cámara alta provocaría que habría que esperar dos meses para tratar de aprobarlos, ya que esta situación tiene caducidad: después de 60 días ya solo es necesaria la mayoría simple. Y, en otro frente, Bruselas también aprieta a Sánchez. El borrador de presupuestos de 2019 remitido por el Gobierno no convence a la Comisión Europea, que en la carta remitida este viernes a España advierte de que el proyecto aumenta el gasto público y corre el riesgo de incumplir el objetivo de déficit público.

Tras el protagonismo y expetación generada por la cita de Iglesias y Junqueras, Carles Puigdemont había convocado el lunes una cumbre en Bruselas de partidos y entidades soberanistas.Ningún partido se ha sumado por el momento a la iniciativa. La CUP fue el primero en desmarcarse públicamente.