Los atentados del 11 de marzo empiezan a pasar factura en la salud mental. Expertos del Colegio de Psicólogos de Madrid calcularon ayer que unos 400.000 madrileños quedarán tocados por la tragedia y desarrollarán dentro de un mes trastornos mentales, principalmente el estrés traumático, con pesadillas sobre los sucesos y flashbacks (revivir escenas del pasado).

Según Antonio Puerta, responsable de atención psicológica a los profesionales que han intervenido en la tragedia, más de tres millones de personas (el 60% de la población de la comunidad) padece ya algún síntoma: fobia al tren, mutismo, sentimientos de tristeza, ira y culpa, taquicardias, exceso de ventilación, ansiedad y rigidez muscular.

"Estas reacciones son normales teniendo en cuenta las experiencias y situaciones excepcionales que se han vivido. El problema surge cuando se alargan durante más de un mes", advirtió Puerta.

15.000 ASISTIDOS El objetivo de los psicólogos, que han realizado más de 15.000 asistencias desde el jueves, es detectar precozmente estos problemas para evitar que deriven en enfermedad crónica. "Hay que evitar que para superar esta desgracia o estado emocional las personas recurran al alcohol, drogas o fármacos. España ya es el primer país del mundo en consumo de psicofármacos y el tercero en ansiolíticos", destacó Itziar Iruarrizaga, coordinadora del grupo de atención a familiares.

La población atendida hasta ahora incluye a los familiares de las víctimas, heridos, vecinos de donde ocurrieron los atentados, conocidos de las víctimas y personas que ayudaron en el lugar de los hechos. Según los profesionales, los madrileños han demostrado una gran fortaleza para superar estos sucesos. "Así lo ha reconocido un colega de EEUU. Tras el 11 de septiembre los neoyorquinos no se atrevían a salir de sus casas", subrayó Fernando Chacón, presidente del Colegio de Psicólogos de Madrid, que ha movilizado a más de 1.400 profesionales.

La institución colegial, siempre de acuerdo con la Consejería de Sanidad, pondrá en marcha a partir del lunes un dispositivo específico en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense para atender las solicitudes personalizadas de apoyo psicológico.

"No se puede ni se debe ocultar información a los niños. Los padres deben responder a sus preguntas, pero saturarles con imágenes puede ser muy negativo, aunque ellos lo pidan", aconsejó Puerta.

La Comunidad de Madrid ha contratado a 70 profesionales para reforzar la plantilla de sus centros de salud mental. Desarrollará programas específicos para niños e inmigrantes en Vallecas y Alcalá de Henares. Los psicólogos calculan que un 10% de las demandas de asistencia provienen del último colectivo.

LUTOS FUERA Según los expertos, el tratamiento psicológico se puede alargar en casos extremos como la pérdida de seres queridos hasta dos años. "Lo lógico es que la conmoción vaya descendiendo y los afectados vivan con normalidad al año de la tragedia. El duelo puede durar un año, pero si los síntomas se mantienen de manera intensa pasado un mes se puede caer en un trastorno de estrés postraumático", subrayó Puerta.

Para este especialista, sería muy beneficioso para los afectados una vuelta a la normalidad cuanto antes. "Mantener el protocolo del duelo es contraproducente. A los siete días de ocurrir los hechos deberían desaparecer las velas, los crespones negros y todos los ritos que recuerdan lo ocurrido", sostiene.

"La atención mediática obsesiva no es buena. Por higiene mental, las imágenes sobre la tragedia deberían ir remitiendo", apuntó Chacón.