El PSOE avanza en la precampaña concentrado en ensanchar su base electoral. Los socialistas perciben ya una amplia movilización del votante de izquierdas, activado sobre todo por el miedo a Vox y la caída de Unidos Podemos. Con ese flanco encauzado, se lanzan ahora ampliar conquistando un nuevo nicho: el elector moderado que se mueve entre Ciudadanos y la abstención. El equipo de Pedro Sánchez cree que hay un segmento de población que eligió a Albert Rivera en el 2016 pero que ahora está incómodo con la decisión de los liberales de poner un cordón sanitario para no pactar a futuro con el PSOE y alinearse con la extrema derecha. El equipo electoral socialista es consciente de que el veto a pactar con Sánchez divide a los votantes de Rivera y sitúa al líder de los liberales en una disyuntiva endiablada. Los más duros -casi la mitad- le escoran hacia la derecha, pero un tercio de ellos no quiere acercamiento alguno a Vox. Se sienten "decepcionados".

A ese votante desilusionado han apelado, de modo distinto, este lunes tanto la presidenta del partido, Cristina Narbona, como el secretario de Organización, José Luis Ábalos.

La presidenta ha enviado una carta a Cs en la que pide "cordura" a Rivera, critica que haya abandonado la "senda del entendimiento, la sensatez y la lealtad institucional", que defienda la Constitución "a tiempo parcial" y que "banalice términos como golpismo".

"Es enormemente descorazonador que Ciudadanos haya abandonado esa senda. Ni siquiera el temor a perder votos en el concurrido espacio electoral de la derecha puede justificar que usted invoque los mismos argumentos y consignas que exhiben los extremistas. Consignas contrarias al espíritu del consenso constitucional", señala.

Rivera ha respondido casi de inmediato. Dice que "no le merece ningún respeto" una formación política que ha sido capaz de negociar con los que quieren "romper" España. En una entrevista en la Cope, no ha respondido con rotundidad a si el cordón sanitario al PSOE es permanente o reversible tras las elecciones del 28-A.

URBANO, MODERNO, MODERADO

Ábalos no ha ocultado que el giro de Cs hacia la derecha deja al descubierto un nicho moderado al que el PSOE va a apelar porque le merecen "un gran respeto". "Somos un partido de centro-izquierda, que nos va a tocar asumir un espacio mayor del que a lo mejor nos corresponde, pero no nos genera inquietud", ha señalado en rueda de prensa.

Ha definido ese elector como un votante "urbano, con inquietudes, moderno, moderado, centrado, que quiere regeneración e higiene política. Ese elector, al PSOE le merece muchísimo respeto y vamos a tratar que encuentre una oferta que dé respuesta a esas expectativas", ha explicado.

El promedio de las encuestas publicadas estima las fugas de votantes de Cs al PSOE en torno al 8%, unos 250.000 electores.

ACUERDOS, NO PACTOS

El PSOE prefiere no hablar de alianzas hasta cruzar la fronter del 28-A. Ábalos ha señalado como única línea roja que sean partidos que asuman la Constitución, en su redactado y en su espíritu. "Con todos ellos podemos hacer acuerdos, que no significan pactos", ha explicdo, tras puntualizar que el PSOE bo está "en fase de pactos".