La celebración del día de la Constitución ha vuelto a evidenciar las diferencias que mantienen los partidos vascos en torno a su reforma.

Así, mientras el PNV apoyaría una modificación si contempla la realidad vasca; el PSE critica a Rajoy por negarse a debatir sobre su actualización; EH Bildu cree que viene “tarde y mal”; según el PP, el "problema vasco" quedó resuelto en 1978.

En el 36 aniversario de la aprobación de la Constitución, en Euskadi solo han conmemorado esta fecha el PP y el PSE, únicas formaciones que han enviado representantes al acto organizado en Vitoria por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo. El representante del Gobierno central en Euskadi ha mostrado sus "dudas" sobre la necesidad de una reforma constitucional y ha considerado "un imposible" hacer compatible, como "algunos pretenden", la unidad de España con el derecho a la independencia de los territorios.

El PNV sólo aceptará una Constitución que reconozca a Euskadi como nación y a los vascos su derecho a decidir su futuro, según han indicado hoy los portavoces del PNV en el Congreso y el Senado, Aitor Esteban y Jokin Bildarratz. En su comparecencia, los dirigentes peneuvistas han recordado que su formación pidió la abstención en el referéndum de 1978, y han considerado que tras las elecciones generales previstas para el año que viene cuando "se va a acabar la mayoría absoluta unipartidista y se abrirá un escenario" que permitirá abordar una reforma constitucional.

Por su parte, el PSE ha defendido la necesidad de introducir cambios en el Estatuto de Gernika para profundizar en el autogobierno, siempre que esas modificaciones vayan "en sintonía" con la reforma constitucional que plantea su partido. La secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, ha expresado que el Estado de las Autonomías "se ha quedado a medio camino del federal", por lo que carece de "herramientas" para abordar problemas como el "blindaje de competencias". De igual forma, ha apostado por convertir al Senado en la cámara de representación de los gobiernos autonómicos.

Desde las filas populares, la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha rechazado volver a abrir un proceso constituyente para posibilitar un nuevo "encaje" de Euskadi en España ya que "el reconocimiento de nuestra singularidad fue completamente resuelta" en la Carga Magna. En su opinión, "eso que algunos se empeñan en llamar el problema vasco quedó resuelto" con el texto de 1978, con el que "nuestra singularidad está reconocida".

Para el parlamentario de EH Bildu y presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ni PP, ni PSOE, van a "abrir las puertas de la cárcel de los pueblos", que supone la Constitución española. Además, ha considerado que la reforma que propone el PSOE "no tiene ninguna intención de hacer un cambio en profundidad en el modelo de Estado" y que se limita a "un ejercicio de cosmética política". Arraiz ha defendido que es momento de "plantearse cambios profundos" en un Estado español que debería "entrar en quirófano, porque las operaciones que se tienen que hacer son de profundidad". Su principal problema sería "si Euskal Herria, Catalunya y Galicia van a ser reconocidos como nación" y si, por tanto, se les va a reconocer y respetar "el derecho a decidir libre y democráticamente su futuro".